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La ficción mexicana alcanza nuevo clímax: 'el Chapo' Guzmán otra vez libre

Por: Javier Barros Del Villar - 07/12/2015

'El Chapo' parece ser el máximo mago en ese reino de fantasía que llamamos "México". ¿Qué nos dice esto de un país?

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Luego de 1 año y 5 meses 'el Chapo' otra vez se hizo de la atención mundial. Contra todas las probabilidades, autoridades mexicanas confirmaron que el hijo pródigo de Badiraguato se fugó nuevamente. La reacción inicial de muchos mexicanos fue cerciorarnos de que no se tratara de un hoax o rumor falso en Twitter, algo así como una sátira digital sobre la ineficiencia del Estado mexicano. Pero una vez hecho oficial, entonces todos recordamos esa peligrosa premisa que reza: "en México todo es posible". 

Un agujero de 50x50 y con 1.5km de largo fue el conducto que Guzmán utilizó para recobrar su libertad "a la Shawshank Redemption". Por si no fuera suficientemente emotiva la construcción de este corredor, el complemento estilístico de su fuga fue montar en una motocicleta y consumar así, con innegable tinte épico, su libertad. 

La máxima seguridad una vez más fue burlada por el capo, cuya habilidad, independientemente de que esté complementada con ineptitud y/o corrupción de las autoridades, nos recuerda al arquetipo del trickster, el que es capaz de todo por medio del engaño, la viveza y la determinación. 

 

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De cuando el héroe se tambaleó 

En 2011 la DEA lo distinguió como el hombre más peligroso del mundo, lo cual ocurría justo 10 años después de que Joaquín Guzmán Loera, 'el Chapo', hubiese escapado de una prisión de “máxima seguridad”, Puente Grande, en Jalisco. Considerado de forma unánime como el más importante narcotraficante de México, el 21 de febrero de 2014 el mundo amaneció con la noticia de que tras exhaustivas labores de inteligencia coordinadas entre México y Estados Unidos, y de una ejecución impecable, el legendario capo había sido recapturado. 

Como "un logro histórico" calificó el gobierno estadounidense el operativo que derivó con la nueva detención del líder del Cártel de Sinaloa, al tiempo que los funcionarios mexicanos se regocijaban de finalmente merecer un contexto positivo para aparecer en medios nacionales e internacionales. Mientras tanto el mito se tambaleaba, al parecer, contrario a lo que advertían algunos de los muchos corridos que se han compuesto alrededor de su figura, 'el Chapo' no era invencible: custodiado de manera imponente Joaquín Guzmán fue presentado a los medios portando un pantalón de mezclilla oscuro y una camisa de vestir. Su irreversible destino era la prisión más segura del país, un complejo del cual nadie había logrado escapar. 130520172938-el-chapo-guzman-illustration-story-top

Los efectos psicosociales de este evento fueron notables. Desde el caudal de felicitaciones entre funcionarios mexicanos vía Twitter hasta manifestaciones sociales de apoyo para el capo –pasando incluso por un cierto sentir de nostalgia, pues de algún modo un icono cultural del México contemporáneo había sido apagado. 

LA LEYENDA VIVE

Para entender las implicaciones que 'el Chapo' se ha ganado sobre el imaginario colectivo, basta con recorrer algunas de las coordenadas que conforman la cartografía de este personaje. 

Un narcoicono

Un elemento importante dentro de la narcocultura mexicana es esa práctica que consiste en ofrendar a los principales capos, sus grupos y "proezas", narrativas apologéticas. Los narcocorridos son testimonios populares en torno a los grandes narcotraficantes, que encomian la habilidad o crueldad que les distingue, y que reflejan o alimentan el temor que estos personajes imponen entre la población.  

Y si los narcocorridos definen en parte el statu quo de un capo, entonces confirmamos nuevamente la relevancia de 'el Chapo', cuya figura ha inspirado más piezas que tal vez ninguna otro narcotraficante. (Por cierto, aquí 5 de las más notables). 

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El Steve Jobs de la cocaína

A propósito de la segunda captura de 'el Chapo', la ocurrida en 2014, el periodista italiano Roberto Saviano, especialista en la mafia italiana, publicó un artículo en el diario La Repubblica, donde analizaba la figura de Guzmán. Y sin ánimos de hacer una apología del narcotraficante mexicano, cuando se escruta su historia, es más o menos inevitable no terminar elogiando muchas de las cualidades que le distinguen. En este sentido Saviano escribió:   

¿El mundo está lleno de infelicidad? Aquí llega la respuesta: la coca. 'El Chapo' lo entendió. Y así fue como se volvió rey. En el mundo internacional del narcotráfico 'el Chapo' posee la autoridad mística del Papa, que obtuvo con una campaña de consenso social que le ha dado autoridad, como a Obama, y tuvo la genialidad de ver nuevos espacios de mercado que lo transformaron en el Steve Jobs de la cocaína. Hipérboles que nos sirven para mostrar lo particular de su personalidad.

El Cártel de Sinaloa como un hito del éxito empresarial

Hace unos meses circuló un artículo que condensaba las principales virtudes del modelo de negocios bajo el cual opera el cártel del Chapo. Devin Liddell, colaborador del sitio Co.DESIGN, tradujo la operación ejemplar del grupo criminal de Sinaloa en tres lecciones para hacer negocios:

1. Poseer un credo que sirva como guía a todos los integrantes de la empresa.  

2. Adoptar la improvisación como un pilar operativo. 

3. Menos es más. Mantén un equipo pequeño y altamente eficiente. 

En esta misma dirección, Patrick Radden escribió hace un par de años para el New York Times un artículo sobre 'el Chapo'.

Si la realidad es ficción, entonces el Chapo es un paladín

A estas alturas sería difícil descartar que la realidad mexicana, empezando por la política, es ante todo un franco ejercicio de ficción. Alguna vez Salvador Dalí advirtió: "De ninguna manera volveré a México. No soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas". Pero más allá de sus alebrijes, de su tradición bruja o de su desbordante colorido, esta cualidad histórica fue adoptada por una clase política que raya entre el cinismo y el folclor, y que en un proceso tal vez inconsciente (a menos de que guste de la autosátira), ha empleado como instrumento para encauzar una tan caricaturesca como preocupante ficción. 

Si la perspectiva anterior es valida, es decir si reafirmamos que México está hoy sumido en una gran ficción, entonces esta nueva hazaña de 'el Chapo' le coloca en una posición envidiable ante esos otros personajes que luchan por hacerse del control en este reino de fantasía: la figura del paladín, aquel cuya consistencia, astucia y visión le encumbran como máximo líder. Y si esto es verdad, entonces no hay mucho más que decir de la realidad mexicana: vivimos en un país donde, al parecer, 'el Chapo' es el rey.   

 

Twitter del autor: @ParadoxeParadis

 

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Pijama Surf al respecto.