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La rápida destrucción de "los pulmones de la Tierra" provocará que para 2064 no haya vuelta atrás

Un nuevo reporte publicado en la revista especializada Environment: Science and Policy for Sustainable Development (Medio ambiente: Ciencia y políticas para el desarrollo sustentable) afirma que, de seguir la deforestación del Amazonas, para el año 2064 no habrá vuelta atrás y el bosque tropical no podrá recuperarse.

El autor del artículo es el geólogo Robert Toovey Walker de la Universidad de Florida. En este, el científico explica cómo el alargamiento de las temporadas de sequía dejará de darle a las copas de los árboles los cinco años necesarios para recuperarse de los incendios, provocando que hierbas y pastos inflamables invadan su territorio.

Los incendios de octubre del año pasado aumentaron con respecto a los años anteriores, mientras que la actividad humana destruyó mil doscientos dos kilómetros cuadrados del bosque tropical sólo durante los primeros cuatro meses de 2020, 55% más que durante el mismo periodo en 2019.

Los modelos matemáticos estiman que una vez que se alcance el 30-40% de deforestación en el sur del Amazonas, la cantidad de lluvia disminuirá hasta un 40% en la zona oeste de la selva. En otro artículo mencionamos que una vez que esto suceda, el bosque tropical dejará de existir para convertirse en un ecosistema más parecido a una sabana. 

Según Walker, la mejor manera de comprender cómo funciona el Amazonas es pensarlo como si fuera una bomba hidráulica. El bosque recicla la humedad, lo que promueve la lluvia en la región. Si el ser humano continúa destruyendo el bosque, la cantidad de lluvia disminuirá, provocando que eventualmente la bomba "se descomponga". 

En este escenario, la seguridad de tener agua dejará de ser una realidad para treinta y cinco millones de personas que llaman hogar a esta región, además de la inminente extinción de plantas y animales. 

No solamente estamos esperando un colapso en la cantidad de lluvia anual; si seguimos a este paso, el Amazonas perderá la capacidad de absorber el exceso de dióxido de carbono.

Las grandes responsables de la destrucción del Amazonas son las grandes corporaciones y la falta de políticas para la protección de esta vital región. 

Sônia Guajajara, líder indígena y voz en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dijo a la revista Fern que el gobierno de Jair Bolsonaro quiere dar sus territorios a la agricultura de gran escala: “No solamente tienen una política de no reconocer nuestros derechos sobre nuestro territorios, es peor, están tratando de quitarnos la tierra sobre la que tenemos derechos”.

Antes del gobierno de Bolsonaro, los conflictos sobre los territorios eran violentos, pero ahora están incentivados por el discurso de odio que viene directamente del gobierno federal. Guajajara afirmó que “la gente cree que tiene el derecho a matar con impunidad”.

De acuerdo con Walker, el gobierno brasileño no es el único responsable, también lo es el gobierno de Ecuador, que ha seguido y apoyado las políticas de Bolsonaro. Esto ha provocado que el Amazonas esté totalmente abierto a la extracción desmedida de recursos naturales. 

Lo que está pasando con el Amazonas no es un problema exclusivo de América del Sur; estamos rodeados de ecosistemas en peligro, no importa en dónde nos encontremos. 

 


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Imagen de portada: Berend Leupen / Unsplash