El águila arpía regresa a la Selva Lacandona tras más de 10 años de ausencia
Ecosistemas
Por: Carolina De La Torre - 08/04/2025
Por: Carolina De La Torre - 08/04/2025
Durante más de una década se creyó que el majestuoso águila arpía había desaparecido de los bosques mexicanos. La última vez que se le vio en la naturaleza fue en 2011, hasta que en 2023 un campesino en la Selva Lacandona logró grabar y fotografiar a un ejemplar juvenil. Ese momento nos recuerda que, aunque en números muy pequeños, esta especie sigue viva en México.
El águila arpía es la rapaz más grande de América, capaz de alcanzar hasta dos metros de envergadura y garras tan grandes como las de un oso. Su fuerza y tamaño la convierten en una verdadera reina del dosel, cazando monos, perezosos y otros animales del bosque.
Restos de animales encontrados en un nido de águila Harpia, hay desde perezosos, monos aulladores y armadillos . Fuente fundación Siempre animal, México. pic.twitter.com/hgm19XvSVx
— olmedo quintero (@vadteples) August 19, 2020
Lo interesante del reciente avistamiento es que no fue solo un ave joven, sino que también hay indicios de que sus padres aún habitan la zona, lo que confirma que en la Selva Lacandona existe un territorio activo donde estas águilas se reproducen.
Aunque este regreso es una buena noticia, no podemos perder de vista que el hábitat que las sostiene está en peligro. La selva ha sufrido una pérdida enorme por la expansión agrícola y ganadera, lo que limita el espacio para que estas aves y muchas otras especies sobrevivan y se reproduzcan.
🦅|| Tras 12 años sin avistamientos, el majestuoso águila arpía reaparece en la Selva Lacandona 🌳. Gracias a un joven y al trabajo de Alan Monroy (UV), hoy sabemos que esta especie aún sobrevive en México. pic.twitter.com/It9LQNvyTl
— Cinco Radio Oficial (@laredcincoradio) August 3, 2025
Además, el águila arpía tiene una tasa de reproducción muy baja. De dos huevos, normalmente sólo uno llega a crecer, y el cuidado de los polluelos puede durar años. Esto hace que su recuperación sea lenta y que su supervivencia dependa mucho de la conservación del bosque.
Ver nuevamente al águila arpía en México es una oportunidad para reflexionar sobre lo mucho que necesitamos proteger la selva y trabajar con las comunidades locales para que la convivencia con la naturaleza sea posible. Esta ave no solo es un símbolo de poder y majestuosidad, sino también un recordatorio de la fragilidad que enfrentan nuestros ecosistemas.