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Vivir auténticamente es el sello de las personas que son capaces de inspirar a los demás, y esta carta del poeta E. E. Cummings lo muestra así.

E. E. Cummings es uno de los poetas imprescindibles de la tradición estadounidense, un hombre que irrumpió en la poesía del siglo XX con profundo vigor, con un estilo caracterizado doblemente por su celebración del cuerpo y los sentidos y, por otro lado, por el uso vanguardista del lenguaje y sus recursos. Ese sello lo volvió inconfundible y en cierto sentido también inimitable, un poeta único en el sentido más preciso de la palabra.

Esta vez compartimos una emotiva carta que el poeta envió al editor de la revista High School Spectator publicada originalmente el 26 de octubre de 1955. Ahí Cummings explica su postura respecto del trabajo poético y el significado que él daba a ser poeta. El alcance de sus palabras, sin embargo, va más allá de la poesía y la literatura, pues podría decirse que el sentido ulterior de este breve manifiesto se dirige a la propia vida, a la vida que se vive auténticamente (para decirlo a la manera de Heidegger), clara y fielmente hacia lo que queremos y buscamos.

A continuación compartimos la traducción de la carta. Quizá este sea un buen día para encontrar inspiración entre sus líneas.

Un poeta es alguien que siente y que expresa sus sentimientos a través de la palabra.

Esto puede sonar sencillo. No lo es.

Mucha gente piensa o cree o sabe lo que siente —pero eso es pensar, creer o saber, no sentir. Y la poesía tiene que ver con sentir, no con saber, creer o pensar.

Casi todos pueden aprender a pensar o creer o saber, pero a ningún ser humano se le puede enseñar a sentir ¿Por qué? Porque cada vez que piensas o crees o sabes, estás siendo como mucha gente pero en el momento en que sientes no puedes ser alguien más que tú mismo.

Para ser nadie-más-que-tú-mismo en un mundo que se esfuerza cada día y cada noche porque seas igual que todo el mundo hay que pelear la batalla más dura que cualquier humano puede pelear y no dejar de hacerlo nunca.

Y expresar ese nadie-más-que-tú-mismo en palabras significa trabajar un poco más duro de lo que alguien que no es poeta no puede imaginar ¿Por qué? Porque nada es más sencillo que usar las palabras como lo hace alguien más. Todos lo hacemos casi todo el tiempo y cada vez que lo hacemos no estamos siendo poetas.

Si al final de tus primeros 10 o 15 años de pelear y trabajar duro y sentir te das cuenta que has escrito una línea de un poema, serás muy afortunado.

Así que mi consejo para todos los jóvenes que quieren ser poetas es: Haz algo sencillo, como aprender a hacer estallar el mundo, a menos de que no estés dispuesto ni orgulloso de sentir y trabajar y luchar hasta que mueras.

¿Suena esto depresivo? No lo es.
Es la vida más hermosa que puede haber sobre la tierra.
O así lo siento.

[Traducción de Loops Sandoval, revisada y adaptada por Odeen Rocha]

 

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