Todo Bach, todo Mozart y todo Beethoven en estas tres playlists
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 08/02/2015
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 08/02/2015
La música que conocemos como “clásica” tiene tres grandes pilares que todos, de alguna u otra forma, conocemos: Bach, Mozart y Beethoven. Basta mencionar su nombre para sentir la contundencia del genio indiscutible. En su tiempo y a su manera, cada uno edificó paulatina y sostenidamente una obra admirable, sea por su profusión increíble (como en el caso de Bach y Mozart) o por su decidido afán vanguardista (como en Beethoven).
En este sentido, la música de estos compositores se filtró hacia nuestra vida de maneras un tanto azarosas, hasta el punto de volverlas identificables en casi cualquier circunstancia. Las Variaciones Golberg son del gusto del caníbal ficticio Hannibal Lecter, y escuchamos su aria en la adaptación fílmica de la historia. El andante del Concierto para piano y orquesta No. 21 de Mozart nos suena conocido desde el inicio, aunque no atinemos a decir muy bien por qué. Y claro, la “llamada del destino” con que comienza la Quinta Sinfonía de Beethoven la hemos escuchado hasta en dibujos animados.
Este acercamiento, sin embargo, es superficial y por lo mismo injusto. La obra de estos tres grandes es suficientemente diversa y sorpresiva como para que valga la pena invertir tiempo y dedicación en descubrir más. Incluso podría decirse que cada uno de los tres es por sí mismo un territorio, un universo al cual, como si fuésemos exploradores, podríamos adentrarnos, atisbar, llegar con ánimo abierto, dispuestos a encontrarnos con especies exóticas que nunca hubiéramos imaginado.
Porque eso, muchas veces, es una fuga de Bach, una broma irreverente e ingeniosa de Mozart, o la inesperada introspección de Beethoven: criaturas que saltan a nuestro encuentro para mostrarnos que el mundo siempre es más amplio de lo que nuestro intelecto y nuestra sensibilidad suponen.
Bach
Mozart
Beethoven
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