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Cocinar durante la Gran Depresión: el recetario (y el ejemplo de vida) de una entrañable abuela italiana

Buena Vida

Por: Jimena O. - 10/28/2020

Al vivir la época de la Gran Depresión de 1929, Clara Cannucciari aprendió a cocinar en medio de la estrechez económica, pero también a hacer frente a la adversidad con entusiasmo e imaginación

Aunque podríamos pensar que los tiempos que vivimos son particularmente adversos, con cierto principio de realidad (ese que prescribe la teoría psicoanalítica) podríamos considerar más bien que todas las épocas tienen su propia adversidad porque, en el fondo, lo cierto es que la vida en sí no es sencilla, tiene siempre su dificultad. Como bien lo cantaron los poetas del Romanticismo, vivir es combatir contra el mundo, luchar, esforzarse, arriesgarse, fracasar, intentarlo de nuevo, intentarlo mejor –al menos si queremos que nuestra existencia valga la pena–.

En ese sentido, resulta un tanto alentador conocer experiencias pasadas de personas que han enfrentado su propia adversidad con temple, aplomo y aun con cierto optimismo, aceptándola como parte ineludible de la vida y, aún más, saliendo avante de ella.

Este es el caso de Clara Cannucciari, una entrañable anciana de ascendencia italiana aunque nacida en Estados Unidos que, a su avanzada edad, logró conquistar a miles de personas a través de Internet, concretamente con una serie de videos publicados en YouTube en donde compartió decenas de recetas de cocina.

Pero lo más singular es el nombre que Clara dio a su canal de YouTube: “Cocina de la Gran Depresión” (“Great Depression Cooking”), pues los platillos presentados forman parte del paso de la propia Clara por dicha época, cuando el llamado crack de la bolsa de valores en Wall Street, en 1929, desencadenó una crisis económica sin precedentes, llevando a millones de personas en todo el mundo al desempleo, la pobreza, la hambruna y aun la desesperación.

Ese panorama, sin embargo, tiene un tinte menos desolador cuando miramos la alegría con que Clara cocina. Por la calidez con que habla, por su generosidad y el amor que pone en cada uno de sus actos, fácilmente puede imaginarse que aun en esos años tan difíciles debió de haber sido un verdadero placer sentarse a su mesa, y sin duda, incluso en medio de la estrechez económica, aquellos fueron momentos de felicidad auténtica para quienes compartieron esos alimentos. 

Y es que, más allá de los consejos culinarios que podrían encontrarse en estos videos, la lección de fondo está en otro lado. Aun cuando las recetas forman parte de una época de limitaciones e incertidumbre, el entusiasmo de Clara demuestra que incluso en la adversidad es posible sonreír, llevar la frente en alto y, sobre todo, tener confianza en la vida.

Después de todo, sólo en la dificultad encontramos (o inventamos) los recursos que nos permitan salir adelante.

 


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