"Psicomagia" es el nombre del método terapéutico que Alejandro Jodorowsky ha desarrollado a lo largo de su trayectoria y, en cierta forma, como parte de su obra artística y de vida. Según la definición de su creador, la psicomagia consiste en el uso de la ficción o de la imaginación y los símbolos para tratar traumas.
Jodorowsky llama a esto una "performance terapia", la cual actúa bajo el principio de que al realizar ciertos actos, que pueden ser solamente simbólicos, se puede acceder a la profundidad del inconsciente y, a través de una especie de catarsis, sanar problemas psicológicos muy arraigados. Para combatir la ansiedad, por ejemplo, Jodorowsky sugiere: Compra pintura y telas. Cada vez que te angusties ponte a pintar un retrato de tu verdadera personalidad (es su respuesta), entre otras peculiares recomendaciones.
Jodorowsky cree que es importante una confrontación con los problemas que pueden ser escenificados de las maneras más diversas y creativas. Lo importante, en todo caso, es encontrarse con esas dificultades y también con los actores que las protagonizan de manera externa, representados en la realidad.
Recientemente, el autor chileno dirigió una película sobre su método, su primer documental propiamente, si bien sus últimas películas han sido también una mezcla de ficción y biografía documental. La cinta Psicomagia: un arte que sana fue estrenada en 2019 en algunos festivales y ahora será lanzada digitalmente en Estados Unidos, a través del sitio web Alamo.
En la cinta, escenas de encuentros terapéuticos psicomágicos son intercaladas con momentos específicos de la filmografía de Jodorowsky. La película es políglota: tiene momentos en francés, español e inglés. Por otro lado, la música corre a cargo de Adán Jodorowsky, el hijo del director chileno.
Además de exponer cinematográficamente el método psicomágico, Psicomagia: un arte que sana es una suma de todo el pensamiento y los diversos intereses de Jodorowsky, como se dice en el comunicado de prensa: filosofía, psicología, etnología, religión, chamanismo, Freud, cábala, Gurdjieff y, por supuesto, el tarot. Todo esto es parte de la amplia gama de recursos que utiliza Jodorowsky para sanar. En su caso, la sanación se vuelve indistinguible de la creación artística.
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