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¿Quién paga realmente la guerra? Mientras Irán e Israel juegan al ajedrez bélico, el tablero se cubre de gastos insostenibles y decisiones con consecuencias que van más allá del campo de batalla.

Mientras el conflicto entre Irán e Israel se mantiene en niveles preocupantes, el precio real no solo se mide en destrucción y tensión geopolítica, sino también en miles de millones de dólares drenados por minuto. La guerra, además de consumir  vidas, también devora presupuestos nacionales, y las cifras revelan una maquinaria militar cuyo mantenimiento cuesta tanto como sostener economías completas.

El conflicto ha implicado un uso intensivo de sofisticadas tecnologías de defensa y ofensiva. Israel, por ejemplo, se ha visto obligado a activar sus complejos sistemas antimisiles ante más de 400 ataques aéreos provenientes de Irán en los últimos días. Cada misil interceptado representa una suma millonaria: el sistema David's Sling gasta unos 700,000 dólares por lanzamiento, el equivalente a un año completo de estudios universitarios para 10 estudiantes en Harvard o Stanford, incluyendo colegiatura, hospedaje y alimentación.

Foto: Anadolu

Incluso el sistema más económico, la Cúpula de Hierro, genera gastos abismales, ya que cada misil interceptor cuesta entre 40 mil  y 50 mil dólares, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Equipar un solo sistema de defensa completo puede alcanzar los 100 millones de dólares, una cantidad comparable al presupuesto anual de varios países pequeños. Así, un solo misil interceptado equivale al costo de una o varias vidas completamente transformadas si ese dinero se destinara a fines civiles.

De acuerdo con un reporte del Wall Street Journal, el costo diario de esta guerra ronda los cientos de millones de euros. Y no se trata de una estimación vaga, pues el Instituto Aaron de Política Económica de la Universidad de Reichman, en Tel Aviv, calcula que solo un mes de hostilidades podría costar hasta 12 mil millones de dólares. Esa cifra bastaría para construir más de 150 hospitales completamente equipados o financiar el sistema de salud de varios países durante un año entero.

En este contexto, el respaldo económico de aliados se vuelve crucial. Un informe reciente del proyecto Costos de la Guerra de la Universidad de Brown revela que Estados Unidos ha destinado al menos 17 mil 900 millones de dólares en ayuda militar a Israel desde el inicio de la guerra con Hamás, exacerbada posteriormente por los ataques directos desde Irán.

Foto: Majid Saeedi

La desproporción presupuestaria entre los dos países también llama la atención. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, Israel cuenta con un presupuesto militar anual de 23 mil 410 millones de dólares, mientras que Irán maneja apenas 6 mil 850 millones de dólares. Aun así, el conflicto demuestra que incluso un presupuesto menor puede tener un impacto devastador si se maximiza el efecto de los ataques y se obliga al otro bando a responder con armamento más costoso.

Lo que revela esta guerra es la insaciable economía de su maquinaria. Cada día de enfrentamiento hay vidas que se pierden y con ellas ciudades y también recursos que podrían destinarse a educación, salud o desarrollo humano. 


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Imagen de portada: Getty Images