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La pandemia de salud mental ha hecho que las escuelas sean también instituciones de salud mental

Sociedad

Por: Luis Alberto Hara - 06/19/2024

Estamos viviendo una pandemia de salud mental y esto se ha integrado incluso a la ideología dominante y a las escuelas

Estamos enfrentando una pandemia global de salud mental que se manifiesta de manera diferente en cada región, pero sigue siendo generalizada. El concepto de "salud mental" se ha vuelto omnipresente, con un enfoque creciente en problemas como la ansiedad y la depresión. Este cambio ha llevado a la desestigmatización de las discusiones sobre salud mental, pero también plantea preguntas sobre el impacto de esta cultura terapéutica. En Estados Unidos, particularmente, las escuelas se han convertido en grandes instituciones que además de educar a las personas -actualmente casi solo en cuestiones científico técnicas- también proveen un modelo terapéutico en el centro de sus consideraciones. La educación se vuelve un sistema de salud mental relacionado a ciertas ideologías sociales, argumenta el escritor Duncan Reyburn.

Las discusiones sobre salud mental han permeado todos los aspectos de la vida. La gente ya no simplemente se siente molesta u ofendida; se siente insegura. Términos como gaslighting, disonancia cognitiva y advertencias de disparadores han entrado en el lenguaje cotidiano. Los lugares de trabajo y las instituciones educativas se están transformando en instalaciones de salud mental, enfatizando el bienestar emocional por sobre los objetivos tradicionales como la productividad y el aprendizaje.

Este cambio refleja una transformación social más amplia. Hoy en día, la gente a menudo se ve a sí misma como sujetos de terapia, en lugar de miembros de comunidades religiosas, cívicas o laborales. Esta ideología terapéutica, aunque aumenta la conciencia sobre los problemas de salud mental, también puede llevar a un enfoque en la autoabsorción y la vulnerabilidad.

Hay una distinción entre aquellos que realmente necesitan apoyo psicológico y aquellos cuyas identidades se han entrelazado con el lenguaje terapéutico. Los primeros incluyen a individuos con enfermedades mentales graves o aquellos que están atravesando tiempos difíciles, quienes se benefician de intervenciones psicológicas apropiadas. Los segundos, sin embargo, pueden usar los problemas de salud mental como marcadores de identidad, señalando auto-conciencia y sofisticación, a menudo difuminando la línea entre la auto-conciencia y la autoabsorción.

La adopción generalizada del lenguaje y los conceptos terapéuticos a veces puede eclipsar la importancia de la virtud y el desarrollo moral. Aunque las intervenciones psicológicas son esenciales, no todos los problemas deben ser vistos a través del lente de la salud mental. Los individuos son seres complejos con mentes y psiques, pero sus acciones y experiencias no pueden reducirse completamente a problemas de salud mental.

Diferentes regiones aplican conceptos terapéuticos de diversas maneras. En algunos lugares, el aprendizaje socio-emocional se integra de manera sensata en la educación. Sin embargo, en otras áreas, particularmente en los Estados Unidos, la cultura terapéutica puede desviar hacia el territorio ideológico. Esto es evidente en los programas de bienestar en el lugar de trabajo, las iniciativas de consejería escolar y los anuncios que promueven un enfoque más amable ante los desafíos de la vida.

La pandemia de salud mental involucra más que solo un aumento en los problemas de salud mental; también incluye la adopción generalizada de la ideología terapéutica. La terapia efectiva debería ayudar a los individuos a superar sus debilidades a través de las virtudes, no solo a manejar sus sentimientos. Este enfoque se alinea con la teoría narrativa, que enfatiza que los protagonistas en las historias crecen al superar sus miedos y actuar con valentía.

La cultura terapéutica tiene tanto beneficios como desafíos. Mientras que promueve la conciencia y el apoyo para la salud mental, también puede llevar a un énfasis excesivo en la autoabsorción y la vulnerabilidad. Equilibrar el apoyo psicológico con el desarrollo moral y virtuoso es esencial para el verdadero bienestar. Al centrarse en las virtudes y la responsabilidad, los individuos pueden navegar las cuestiones propias de la época con mejores herramientas. La educación debe también enfocarse en esto.

Imagen: Antonio Guillem