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El norte profundo de Europa posee un temperamento y una manera de vivir la vida que se han transmitido al cine

Sin incurrir en un determinismo de tipo geográfico, hasta cierto punto podemos convenir en que las condiciones del entorno donde se desarrolla una cultura tienen un efecto sobre esta. Dondequiera que busquemos, será posible encontrar ejemplos donde el clima, los paisajes, la flora, la fauna y demás circunstancias naturales de una región han tenido efectos sobre las expresiones culturales de las sociedades. 

Los ardientes ditirambos de la poesía griega, los lienzos de John Constable que rezuman humedad, la melancolía no casualmente boscosa de los escritos de Henry David Thoreau, las leyendas populares, la música y las danzas de todos los pueblos. Mirando con atención, se descubre un nexo claro entre ese entorno y los ritmos, el temperamento, las intenciones, esa manera tan particular de decir las cosas, los colores y otros elementos que conforman a las obras creativas.

Bajo esa idea, presentamos ahora cinco películas surgidas de una de las regiones más extremas donde habita la humanidad: el norte de Europa. Incluso en el imaginario colectivo, consideramos a esta como una zona siempre oscura y llena de nieve, poblada de pocas personas que las más de las veces suponemos tristes o francamente deprimidas. 

¿Qué tipo de arte se puede crear en esas condiciones? ¿Qué obras pueden emerger de circunstancias así? Nuestra selección pretende responder parcialmente a esas preguntas.

 

Fanny y Alexander (1982), Ingmar Bergman

En esta lista, un nombre obligado es sin duda el de Ingmar Bergman. En primer lugar, claro, por su lugar de origen, pero sobre todo por su enorme genio cinematográfico, que lo convirtió en uno de los directores más influyentes en la historia del cine.

La filmografía de Bergman fue amplia y siempre de gran calidad, por lo cual resulta difícil elegir un solo título que pueda representarlo en esta selección. Sin embargo, para efectos del tema que nos ocupa, consideramos que Fanny y Alexander ofrece una buena perspectiva de la sensibilidad nórdica a la que apelamos para este listado. 

La cinta cuenta la historia de dos hermanos que crecen en Uppsala, Suecia (la misma ciudad donde Bergman nació), en circunstancias emocionales un tanto adversas: su padre muere y su madre se casa con un obispo que mantiene una relación de abuso infantil con Alexander.

 

Rompiendo las olas (1996), Lars von Trier

Aunque a veces se olvida, Dinamarca también figura en la categoría de los países nórdicos, aun cuando está fuera de la Península escandinava. Y de Dinamarca proviene uno de los directores más celebrados (y más polémicos) de nuestra época: Lars von Trier.

Como en el caso de Bergman, de Lars von Trier también es un tanto difícil seleccionar una sola cinta que lo represente o que califique para ser recomendada. Por un lado, porque con sus 65 años de edad, no son pocos los largometrajes que ha filmado hasta la fecha. Por otro, porque varios de ellos poseen una calidad notable, peculiar quizá y decididamente no para todos los gustos, pero sin duda plenamente cinematográfica. 

Con todo, quizá la película que mejor representa ese temperamento al que hemos estado aludiendo hasta ahora sea Rompiendo las olas, considerada la cinta con la que von Trier demostró ser un realizador en plena forma.

Grosso modo, Rompiendo las olas cuenta la historia de una pareja que vive su relación en un contexto complejo de religiosidad y necesidad sexual.

 

Los asesinatos de Valhala (2019-2020)

Además de ser una serie de origen islandés, producida y filmada en Islandia, Los asesinatos de Valhala tiene un protagonista noruego, el enigmático detective llamado para investigar los delitos que estructuran su historia. 

Como su nombre anuncia, esta es una serie de tipo policíaco que sigue el problema de una serie de asesinatos brutales ocurridos en distintos puntos de Islandia pero con una aparente conexión en común.

Aun con su rareza, la ventaja de esta serie es que está disponible en Netflix.

 

Wallander

También de corte policíaco, Wallander retoma la historia del ficticio inspector de policía homónimo, protagonista de varias novelas del escritor sueco Henning Mankelll, caracterizado por una cierta dureza de carácter y una flema existencialista que le hace interrogarse por los motivos de su actuar.

A raíz del éxito en librerías de las novelas de Mankell, hubo dos adaptaciones a la televisión de historias protagonizadas por el detective, con episodios inspirados en los libros ya publicados y otros escritos expresamente para la pantalla.

La primera adaptación se hizo en Suecia y se transmitió de 2005 a 2010 por la cadena sueca TV4. Constó de tres temporadas, protagonizadas por Krister Henriksson en el papel de Kurt Wallander y filmadas en Ystad, en el extremo sur del país (donde, de hecho, ocurren originalmente las historias de Mankell).

La segunda fue transmitida por la BBC entre 2008 y 2010 y fue una producción inglesa en su totalidad. En este caso se filmaron y transmitieron cuatro temporadas, con el conocido actor shakespereano Kenneth Branagh en el papel protagónico y la participación de Tom Hiddleston en un papel importante de apoyo. Además de filmar también en Ystad, la producción incluyo la ciudad de Scania entre sus locaciones.

Cabe mencionar, por último, una tercera producción ya no relacionada directamente con Mankell pero sí con su personaje: El joven Wallander, distribuida por Netflix (2020) y la cual, como su nombre indica, imagina al inspector en su juventud (y no en la cincuentena, como fue concebido originalmente por Mankell).

 

Druk (2020), Thomas Vinterberg

Si bien Thomas Vinterberg pudo haber figurado en esta lista al menos un par de veces (con La celebración, de 1998, y Submarino, de 2010), decidimos incluirlo con su cinta más reciente, Druk, distribuida en español como Otra ronda, por esta razón temporal y también porque recientemente fue reconocida con el Premio Oscar a Mejor Película Extranjera.

Druk es una palabra danesa que podríamos traducir como “borrachera”, aunque otros términos coloquiales podrían expresar mejor su significado. La elección de este vocablo obedece al hecho de que la cinta de Vinterberg cuenta la historia de cuatro profesores que comparten un mismo desánimo frente a la vida y su profesión: los cuatro parecen instalados en la crisis de los 40 años, sus alumnos no se interesan en sus clases, sus vidas parecen rutinarias cuando no francamente aburridas… Hasta que uno de ellos introduce en una cena una idea seductora para subvertirlo todo: beber todos los días únicamente la cantidad de alcohol necesaria para sentirse relajados y creativos.

Bajo esta premisa, la cinta de Vinterberg explora no sólo la relación de las personas con el alcohol, sino también otros problemas como las relaciones “estables” de la mediana edad, o el significado del trabajo en el aspecto creativo y productivo del ser humano.

 

BONUS: Aki Kaurismäki

Uno de los directores más originales de los últimos años, el finlandés Aki Kaurismäki, es el artífice de algunas películas difíciles de definir. En sus cintas intervienen emociones como el desencanto, el aburrimiento, un sentido del humor ácido y poco complaciente, y también una perspectiva crítica sumamente interesante en cuanto al modo de vida dominante en nuestra época. Con esas inclinaciones, no parece casual que su primer largometraje haya sido una adaptación de Crimen y castigo, de Fiódor Dostoievski, filmada en 1983. 

 

BONUS 2: Luz silenciosa (2007), Carlos Reygadas

Si bien es una película de un director mexicano y filmada en México, decidimos incluir en este listado Luz silenciosa de Carlos Reygadas por dos motivos. 

Primero, porque los protagonistas de la cinta pertenecen a la comunidad menonita asentada en el norte de México, especialmente en el estado de Chihuahua. Como es sabido, los menonitas pertenecen a una corriente religiosa (del cristianismo anabaptista) en pie más o menos desde finales del siglo XVI, que surgió en Holanda, tomó fuerza en Rusia y en las últimas décadas del siglo XIX emigró a los dos extremos de América, Canadá y Argentina.

Pero más allá de esta circunstancia, una razón más de peso para considerar a esta una cinta “nórdica”, es por la influencia que puede percibirse en su estilo de al menos dos artistas del norte profundo de Europa. El primero, todavía en el campo del cine, es Andréi Tarkovski, uno de los grandes directores de todos los tiempos. Como Dostoievski en la literatura, sin dejar de ser ruso y mostrar más bien el espíritu eslavo, Tarkovski es por sí mismo un continente entero donde tiene cabida cualquier persona que arribe con las preguntas que todos nos hacemos sobre la existencia y la experiencia de lo humano.

Más cercana al pretexto nórdico que nos ocupa es la influencia en Luz silenciosa del pintor danés Vilhelm Hammershøi, concretamente en su fotografía. Los interiores enmarcados por puertas y ventanas, la neutralidad de la luz, las mujeres vistas siempre de espaldas (como si en sus nucas llevaran el peso de la realidad y de la mirada de los otros)… Todo ello está en los óleos de Hammershøi y en varias de las tomas de la cinta de Reygadas. 

Hammershøi

Vilhelm Hammershøi, Interior con una mujer de pie (s/f)

 

Luz silenciosa, Carlos Reygadas (2007; fotografía: Alexis Zabe)

​En sentido estricto, Luz silenciosa no es una película “nórdica”, pero sin duda, comparada con las otras en esta lista, no le falta casi nada para calificar como tal.

 

Claramente, esta lista no es ni exhaustiva ni terminante. Tampoco jerárquica. Si tienes alguna sugerencia que podría complementarla, no dudes en compartirla con esta comunidad, a través de la sección de comentarios de esta nota o en los perfiles de Pijama Surf en redes sociales.


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Imagen de portada: Druk (2020), Thomas Vinterberg