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¿Qué significa ser un buen crítico y por qué es tan importante serlo?

Arte

Por: Luis Alberto Hara - 03/11/2021

La importancia de ejercer la crítica por salud cultural

La historia de la crítica es antigua y puede rastrearse en la India y en Grecia milenios atrás. Pero no fue hasta tiempos más recientes que la crítica literaria y artística ha sido valuada como una forma de arte en sí misma, dejando autores y obras críticas de gran importancia incluso estilística. En el siglo XX, particularmente la crítica ascendió a sus más altos peldaños, a través de escritores de enorme talento como Walter Benjamin (heredero de otro gran crítico, el poeta maldito y sublime crítico de arte Charles Baudelaire) o Northrop Frye (heredero de Ruskin y Pater) y más recientemente George Steiner y Harold Bloom, entre otros. El siglo XX también fue el siglo de grandes revistas literarias en las que escritores de primera línea ejercieron la crítica, como T. S. Elliot.

Más allá de la crítica literaria, el siglo XX fue también el siglo de la teoría crítica y de la elevación del llamado "pensamiento crítico". La virtud de la crítica se ha difundido ampliamente, pero poco se ha diseminado, al menos en la conciencia popular, la esencia de la crítica. Y para entender qué es la crítica en este caso nada más apropiado y afortunado que remitirse a la etimología de esta palabra, cuya raíz griega es una de esas raíces que atraviesan todo el lenguaje.

La palabra crítica se origina en la palabra griega krínein, que significaba originalmente "separar" o "tamizar". De ahí también el verbo "cribar" que significa "cernir" o "separar", pero especialmente ligado a separar o escoger lo fino, como el grano de la paja. De esta misma raíz vienen también palabras como crisis, que significa fundamentalmente el tiempo decisivo, el tiempo en el que las cosas se separan y toman un cierto cauce (y esto es literal, si bien redundante, pues la palabra cierto viene de la misma raíz). Así la crisis, que todos creemos vivir ahora, es el "momento decisivo" en el que el juicio nos encamina a un nuevo estadio. Interesantemente, también de esta raíz viene la voz nominal discreto, que es "el que distingue" o "discrimina". 

La acción del crítico es entonces la de cribar, distinguir, separar, refinar. Aunque ciertamente la crítica no es uno de los géneros mayores y muchos críticos pueden ser autores frustrados, no cabe duda de que la crítica es una labor esencial y no sólo limitada al rango de las bellas artes sino en general al bienestar de la cultura e individualmente a la salud mental de un individuo, a una especie de higiene o dieta intelectual. ¿Acaso no adolece nuestra época, aunque tan cercana de la época dorada de la crítica, de sólidas bases críticas? ¿Quién separa hoy en día el grano de la paja en las redes sociales, entre el popurrí y el pastiche de la era de la información? Ser un buen crítico es cultivar esta inteligencia discriminatoria, esta capacidad de separar lo que tiene calidad de lo que no lo tiene. La crítica transita por lo cualitativo y no por lo cuantitativo y es justo de esto de lo que adolece nuera era de "producción cultural" y "producción de contenidos". 

 

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Imagen de portada: Jean Marc Côte / Public Domain Review