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La anticoncepción es un factor fundamental a tomar en cuenta en el ejercicio de tu sexualidad

Afectada largamente por el oscurantismo del pudor, la vergüenza y la ignorancia, la sexualidad humana no merece ser reprimida por más tiempo. Es momento de reconocer que ejercerla responsablemente es un paso necesario para el desarrollo personal y colectivo. Como se asegura en ciertas doctrinas orientales y en algunas filosofías de Occidente (el epicureísmo, por ejemplo), la sexualidad es una vía de conocimiento que, ejercida a la par de la reflexión, echa luz sobre aspectos fundamentales de nuestra persona, de la formación que recibimos, sobre nuestras limitaciones, pero también sobre nuestras posibilidades. 

Por otro lado, su presencia es siempre evidente, ya sea demostrada a través de un abrazo con cariño o afecto a un ser querido, o por medio de un orgasmo en la intimidad de una habitación.

Es así que la sexualidad necesita salir de esos mitos que la rodean, caducos ya e incluso que no corresponden a la seriedad con la que se debería de tratar la sexualidad. Creencias como que la masturbación afecta la salud mental, o que con una penetración parcial o interrumpida (el llamado "método de la marcha atrás") se reduce el riesgo de un embarazo no planificado deben ser erradicadas del imaginario colectivo.

Ante esta reinvindicación sexual, la diversidad sexual se impone como un ejercicio del derecho al placer. Solteros y solteras que tienen relaciones de una noche con otros, personas que llegan a un acuerdo de "amigos con derechos", parejas monógamas o en relación abierta, swingers, personas que practican el poliamor, entre otras diversidades, son algunas de las muchas opciones que ofrece el panorama amplio de la sexualidad y su enorme potencial creativo.

Y todos ellos requieren de distintos métodos anticonceptivos que prevengan, si así lo desean, la procreación. 

 

Los 3 grandes tipos de métodos anticonceptivos

Los anticonceptivos existentes en el mercado pueden agruparse en tres categorías, a saber:

Anticonceptivos que funcionan como una barrera física para el esperma

Este tipo de anticonceptivos bloquean físicamente el contacto del espermatozoide con el óvulo y por ello impiden la fecundación. Los condones para pene y vagina son el ejemplo más usual.

¿Quién puede usar este anticonceptivo? Dada su accesibilidad, sobre todo en el caso de los condones masculinos, este método puede usarse en toda circunstancia de una vida sexual activa. Personas con pareja estable y un acuerdo de monogamia; personas que tienen actividad sexual con varias parejas; encuentros sexuales imprevistos… no hay pretexto para no usar un condón.

 

Anticonceptivos que incapacitan al esperma antes de llegar al útero

Algunos diafragmas, esponjas y la copa cervical (que no debe confundirse con la copa menstrual) se colocan en el cuello uterino, a la altura del cérvix, para bloquear la entrada del esperma; asimismo, dado que varios de esos dispositivos contienen espermicidas, además de inmovilizarlo, lo destruyen. En este tipo de anticonceptivo también existen otras opciones como supositorios, cremas, geles e incluso una plaqueta que se disuelve en la vagina.

¿Quién puede usar este anticonceptivo? Dado que este tipo anticonceptivo concierne finalmente al cuerpo de la mujer, su uso depende en buena medida de su decisión. Hay mujeres que lo usan en el marco de una relación de pareja estable y con un pacto de fidelidad establecido, pero no es privativo de esta situación.

 

Anticonceptivos que suprimen la ovulación a través de una serie de hormonas

El parche, las pastillas, la inyección, el dispositivo ultrauterino (DIU; de cobre u hormonal) y el anillo vaginal son los ejemplos más conocidos de este tipo de anticonceptivo. Su efecto consiste en hacer el moco uterino tan pesado, que éste impida el paso del esperma; paralelamente, suprimen la ovulación del ciclo menstrual.

¿Quién puede usar este anticonceptivo? Como en el caso anterior, estos anticonceptivos inciden directamente en el cuerpo de la mujer y sus procesos hormonales. Algunas mujeres usan este tipo de anticonceptivo a sabiendas de que tienen una vida sexual activa y recurrente (lo cual puede estar relacionado con distintos factores).

 

Anticonceptivos (casi) definitivos

La vasectomía y el ligamiento de trompas son dos procedimientos quirúrgicos que en el hombre y la mujer (respectivamente) impiden de manera casi definitiva la concepción.

En el hombre, la vasectomía consiste grosso modo en cortar los conductos deferentes, que transportan los espermatozoides a los testículos, con lo cual el semen pierde su capacidad procreadora.

En la ligadura de trompas, como su nombre lo indica, la cirugía consiste en cortar y ligar las trompas de Falopio, que son indispensables en el proceso de concepción.

Actualmente, en ambos casos se trata de procedimientos quirúrgicos reversibles, por lo cual hasta cierto punto no se trata de métodos anticonceptivos estrictamente definitivos, pero sí lo son en comparación con los otros citados en esta nota.

¿Quién puede usar este anticonceptivo? Aunque no es una regla, las personas que optan por estos métodos anticonceptivos suelen ser hombres y mujeres que desean mantener su vida sexual activa y han tomado la decisión de no procrear.

 

Dos notas importantes sobre los anticonceptivos

Cabe hacer notar que salvo por el preservativo masculino o la vasectomía, la apabullante mayoría de los métodos anticonceptivos están diseñados para que ser usados por una mujer. En años recientes se ha impulsado el desarrollo de más opciones anticonceptivas dirigidas a los hombres, y aunque en el laboratorio se ha llegado a resultados promisorios e incluso efectivos, al momento de considerarlos una opción de venta se ha concluido que efectos secundarios como los mareos, dolores de cabeza o cambios emocionales no son óptimos para la población masculina. 

En otro sentido, es importante recordar que con excepción del condón, un método anticonceptivo no protege necesariamente de un eventual contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS), dado que son procesos fisiológicos diferentes. En ese sentido, aun cuando una persona haya adoptado un método de contracepción como el DIU o las pastillas, ello no la exime de tomar medidas de protección en contra de las ITS.

 

La regla de oro de la contracepción

De acuerdo con la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS por sus siglas en inglés), los vínculos afectivos deberían influir muy poco al momento de elegir el método anticonceptivo más adecuado para ti. En primera y última instancia se trata de tu salud sexual, tanto para prevenir embarazos no planificados como infecciones de transmisión sexual.

 

Para saber más sobre anticonceptivos

Te invitamos a conocer más detalles sobre los métodos anticonceptivos más adecuados a tus necesidades con este video realizado por TED Ed (puedes activar los subtítulos en la configuración de YouTube).

 

 

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Imagen de portada: Petites Luxures