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Las maravillosas reacciones de los monos ante la prestidigitación

Al parecer, el ser humano no es el único que tiene una apreciación-fascinación por trucos de magia como la prestidigitación. Los monos también tienen mucho interés por un fenómeno más o menos universalmente apreciado por los seres humanos -especialmente los bebés y los niños-: desaparecer (aparentemente) un objeto. ¿Cómo es que la bolita estaba allí y ahora no? El mono también parece tener la percepción de un contínuum de realidad, una especie de lógica causal. O al menos, eso es lo que aparenta este video:

Más allá de la fabulosa reacción del mono en la jaula -una derrama de alegría pura- esta reacción no es baladí, pues nos hace pensar en qué es la conciencia y en qué se distingue la conciencia humana de la conciencia de ciertos animales (sobre la cual sólo podemos hacer inferencias). Pareciera que la causalidad que Kant consideró como una categoría de la mente -un lente a través del cual conocemos, pero no algo que podamos afirmar que existe independientemente de nuestra conciencia- también existe en el mono (claro, si es que estamos interpretando el video correctamente y en realidad el mono se asombra de que la fruta haya "desaparecido"). ¿Los monos también tienen categorías de percepción, y entonces, estas categorías son universales al menos en algunas especies animales? ¿O se trata de que la causalidad es un fenómeno intrínseco a la naturaleza y cualquier ser que alcanza cierta inteligencia llega a entender el mundo como causal, lo cual, a su vez, refleja un mundo intrínsecamente inteligible? Las preguntas abundan. Lo que parece cierto es que los trucos mágicos deleitan a los monos. Hay una tensión entre lo que ven y lo que saben o creen que es verdad, e incluso un deleite en esta tensión que puede desfasarse. Casi se podría decir que en el mono existe la semilla de la filosofía, es decir, el deleite y el asombro ante la realidad y el misterio.