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¿Hay algo de cierto en la leyenda de que la luna excita sexualmente a las personas?

Si uno busca en Internet palabras clave relacionadas al sexo o al incremento del deseo sexual durante la luna llena se encontrará con innumerables páginas, donde no sólo se habla de esta "leyenda urbana" (¿o leyenda pagana?), sino que numerosas personas en foros (por ejemplo, estos testigos de Jehova, que aseguran sentir "calentura" cuando llega esta fase lunar) y blogs afirman sentirse más excitados cuando se acerca la luna llena o durante el plenilunio. Claro que no se encuentra información científica al respecto, ni debería de esperarse encontrarla, ya que por una parte la ciencia considera que esto sería astrología -y la astrología es el emblema de la llamada seudociencia- y, por otro lado, no sería algo fácil de medir objetivamente, aunque se podrían idear algunos experimentos.

Dicho eso, existe una serie de evidencias científicas que sugieren que la luna llena sí tiene ciertos efectos en el ser humano. Históricamente se ha notado una relación entre los ciclos lunares y la menstruación (como la palabra indica, menstruación y "moon" tienen la misma raíz). Esto es algo que muchas mujeres piensan que es completamente intuitivo y natural. Por otro lado, existen reportes de más accidentes en luna llena e incremento de crímenes (aunque los científicos argumentan que ello se debe a que la gente se distrae viendo la Luna). El efecto "lunático" se observa también en que aparentemente las cirugías en noches de luna llena tienen mejores resultados, presumiblemente porque existe más energía en estos días. 

En el Canon interno del emperador amarillo (Huangdi Neijing), para algunos la biblia de la acupuntura, se dice:

Al principio de la luna creciente, el qi y la sangre se originan como esencia, y el qi de defensa se empieza a mover. Cuando el disco de la Luna está lleno, la sangre y el qi están repletos, los músculos y el tejido firmes. Cuando el disco de la Luna se vacía los músculos y el tejido menguan, los conductos y los vasos se agotan y el qi de defensa se pierde.

Este texto sugiere que en la luna creciente se presenta un incremento de energía (qi) que culmina en la luna llena. Teóricamente, en la luna llena es cuando hay más energía -pues se refleja más de la luz del Sol en la noche-, algo que coincide con las leyendas populares que cuentan que en las noches de luna llena suceden fenómenos "lunáticos", locura, pasión, violencia. 

La astrología antigua consideraba el ciclo lunar de 29 días como de la misma importancia que el ciclo solar anual. Es por ello que, hasta la fecha, se siguen celebrando importantes fiestas religiosas en noches de luna llena. En la astrología árabe se seguían las llamadas mansiones lunares que mapeaban, por así decirlo, las cualidades particulares de 28 lunas en relación al zodiaco. Basado en este sistema, el poeta W. B. Yeats, miembro de la Orden Hermética de la Aurora Dorada (Golden Dawn), creó su propia versión, la cual publicó en su texto A Vision. Ahí Yeats sugiere que es en la fase 13 -más o menos equivalente a 1 o 2 días antes de la luna llena- cuando "la sensualidad completa es posible, esto es, sensualidad sin la intermezcla de cualquier otro elemento". El in crescendo lunar llega a su plenitud erótico-energética. 

La fase 14 será la de "máxima belleza posible", quizás como resultado también de la concretización del máximo amor sensual. Las mujeres más bellas, como llenándose de la plenitud lunar, nacen en esta fase, dice Yeats, incluyendo a Elena de Troya, cuya belleza hizo arder aquella ciudad y la mente de los poetas desde entonces. 

La fase 15 es cuando "la contemplación y el deseo, vueltos una misma cosa, habitan en un mundo donde cada imagen amada tiene una forma corpórea y cada forma corpórea es amada. Este amor no sabe ya nada de deseo, porque el deseo implica esfuerzo". Aquí, de alguna manera, se cumple la obra de sexualidad alquímica.

Todo esto puede ser mera especulación o una especie de imaginación poética. Sin embargo, queda la posibilidad de poner a prueba la leyenda urbana o la sugestión fantasiosa, simplemente observando el cuerpo. La próxima luna llena ocurrirá el 27 de julio así que, de ser cierto, por estas fechas debe sentirse un incremento -aunque sutil- del deseo sexual o una sensibilidad al magnetismo lunar, que tradicionalmente se asocia con el crecimiento, el agua y las emociones. Queda en el lector detectar si se trata de mera sugestión seudocientífica o si realmente la energía de la Luna excita el cuerpo. Lo que sí es indudable es que para aquellos sensibles a la poesía y a la belleza astronómica, la Luna será siempre un gran afrodisíaco, la fuente de la fantasía. Como escribió Octavio Paz:

Anoche

en tu cama

éramos tres:

tú      yo     la  luna.

Ve aquí la transmisión del eclipse lunar del 27 de julio

Todo lo que necesitas saber para ver el eclipse