Aunque el término continúa siendo polémico (así como los instrumentos para medirlo), el concepto de inteligencia a grandes rasgos, y a través del tiempo, sigue estando ligado a la persona que comprende más y sabe usar ese conocimiento. Su raíz etimológica en griego deviene de intelligere (que viene de los téminos inter –entre, y legere–leer-elegir).
Ahora, también sabemos que el sistema (financiero, sobre todo) promueve un tipo de inteligencia muy lejana a la sabiduría, ¿y habrá verdadera inteligencia sin sabiduría? (eso ya es otro tema en sí mismo).
Respecto de la manera coloquial de entender la inteligencia, de aquella persona con una habilidad cognitiva mayor, ciertamente existen rasgos que pueden indicarte que eres una persona más inteligente que la mayoría, o bien, que otra lo es.
Según distintas fuentes, se presentan estas ocho señales:
Suelen ser liberales en lo político
Una persona liberal suele cuestionarse más la realidad para pugnar por su propio punto de vista. Sin embargo, no cualquiera forma su propio punto de vista. Son números; por ejemplo, un estudio de 2010 encontró que los adultos extremadamente conservadores tenían un IQ promedio de 95, mientras los adultos liberales ranquearon en 106.
Solitarios
Las personas más inteligentes suelen tener intereses poco comunes, lo que de algún modo las aísla. Más allá del cliché de los genios solitarios, en una investigación publicada en el British Journal of Psychology que analizó la información de más de 15 mil 197 jóvenes de 18 a 28 años, se encontró que los más inteligentes preferían pasar la mayor parte de su tiempo solos.
Perezosos
Quizá te venga a la cabeza el estereotipo de la persona perezosa, con sobrepeso, que pareciera no tener mucho en la mente. Pero, de hecho, distintos estudios vinculan la pereza a una mayor actividad mental, más allá de las personas enérgicas. Muchos de quienes tienden a la pereza, disfrutan de su propia mente y sus procesos: “A mayor inteligencia menos necesidad de estímulos activos, es decir, una persona notablemente inteligente puede pasar mucho tiempo simplemente contemplando, reflexionando o planeando y, en contraste, actuar poco”.
Creativos
Como los intereses de los individuos inteligentes suelen ser distintos a los del resto, su manera de abordar los retos y plantear las soluciones también es comúnmente diferente, creativa.
Obsesivos y maníacos
Las personas más inteligentes suelen enfocarse mucho en un tema de interés. Ello hace que puedan desarrollar una obsesión irregular por encontrar alguna solución, creación, etc., a un tópico determinado.
Capacidad para separar lo emocional de lo racional
Aunque pueden tornarse obsesivos y maniáticos, una de las facultades que les permite pasar tanto tiempo solos es que saben separar su vida amorosa o afectiva, o bien sus pasiones, de sus asuntos por resolver.
Autodidactas
No significa que un individuo más inteligente que el promedio prescinda de estudios convencionales. Sin embargo, digamos que su mente abarca más variedad de tópicos, lo que les genera curiosidad, y por ello, son más propicios a buscar información por su propia cuenta, acorde a sus búsquedas intelectuales.
Duermen más tarde
Según algunas investigaciones nuestra tendencia de evolución apunta hacia individuos más nocturnos, un patrón que, de hecho, se repite también en muchos de los estereotipos sobre los grandes genios.
Imagen de portada: Alexis Fauvet / Unsplash