*

¿Quieres ver el futuro? Haz tu propia bola de cristal con este manual de 1920

Por: Luis Alberto Hara - 11/01/2015

La práctica del DIY no es nueva y tampoco excluye lo paranormal, como demuestra este ejemplo de principios del siglo XX en que una revista nos dice cómo construir nuestro propio canal de comunicación con el futuro

juat4adgzcfbenz3uajr

En años recientes la práctica del “Hágalo usted mismo” revivió bajo la forma del DIY (Do It Yourself), ese acrónimo en inglés que tanto se ve en contenidos de Internet y que lo mismo se aplica a la fabricación de un mueble casero que a una conserva de alimentos o un tutorial de maquillaje.

Con todo, esta especie de autodidactismo práctico es bastante viejo y podría decirse que ha sido uno de los compañeros constantes de los medios de comunicación masiva, especialmente impresos, por los cuales se han difundido los más diversos manuales para hacer con recursos propios aquello que de otro modo tendríamos que comprar o pagar a manera de un servicio.

Y aunque pudiera pensarse que el DIY toca sólo a objetos cotidianos o usuales, en realidad también aquí hay lugar para la extravagancia. Prueba de ello son estas indicaciones para construir nuestra propia “bola de cristal” y tener así el artilugio que, según reconocemos por cierta iconografía de lo mágico y lo paranormal, sirve para prever el futuro.

wtorjmmmq7ofn5hvvh0e

El esquema proviene de una revista llamada The Experimenter, en específico del número de noviembre de 1925, pero más allá de ser un instructivo detallado para montar un negocio propio de profecías y clarividencia, en realidad el propósito era mostrar que al final dicha parafernalia “mágica” se reduce a una serie de partes y mecanismos que, bien combinados, son capaces de generar la ilusión de la fantasía.

Entre otros componentes, para elaborar este canal de comunicación con el más allá son necesarios algunos frascos, bombillas como las de las series de Navidad, un par de válvulas, papeles dorados y plateados y un poco de cloruro de amonio para producir el humo.