El 'Calendario de sabiduría' de Tolstói: una lección de vida para cada día del año
Filosofía
Por: Samuel Zarazua - 08/30/2015
Por: Samuel Zarazua - 08/30/2015
Crear un libro destinado a las masas, a millones de personas, es muchísimo más importante y fructífero que componer una novela de esas que entretienen a algunos miembros de las clases privilegiadas durante un durante un breve tiempo para luego ser olvidadas por completo. La región de este arte del sentimiento más sencillo y más accesible es enorme, y está casi virgen.
León Tolstoi
Para la condición humana, tan intrincada como es, no ha sido difícil generar nuevos dilemas o enredarse cada vez en nuevos callejones intelectuales sin salida y persecuciones históricas que, paradójicamente, parecen conducirnos a lo contrario de lo que pensábamos.
Para contrarrestar este ejercicio, León Tolstoi redactó un texto donde además compila y metaforiza extractos de escritos de los más sabios representantes de la humanidad. Un calendario de sabiduría: pensamientos diarios para nutrir el alma, escritos y seleccionados de los textos más sagrados es el título del libro que escribió y leyó León Tolstoi durante los últimos años de su vida para sentirse feliz.
En plena Edad del Tumblr, no es imposible pensar en una obra que contenga un pensamiento filosófico para cada día del año con la finalidad de ayudarnos a llevar “la buena vida”. Sin embargo, no es cualquier cosa redactar este libro, que fuera la lectura favorita del esfuerzo que le tomó a Tolstoi 15 años. En la última obra el escritor, entrado en los 70 años y tras haber caído enfermo gravemente, decidió “compilar la sabiduría de los siglos en un solo libro” dirigido al público en general.
Tolstoi creía que todo mundo debía tener un ‘circulo de lecturas’, como él tenía, donde leía a personajes como Lao-Tse, Buda, Pascal, Marco Aurelio, Epicteto, Sócrates y Confucio, quienes para él hablaban de lo que es más importante para la humanidad: la virtud y el sentido de la vida. En esos diarios anotaba lo que pensaba de las lecturas que hacía. Cuando recién envió el libro a su editor, al cual le había escrito que "le gustaría crear un libro… en el que pudiera hablar a las personas acerca de su vida, y acerca del Buen Camino de la Vida”, escribió en su diario: “Tengo la sensación de que he sido elevado a alturas espirituales y morales superiores, gracias a haberme puesto en comunicación con las personas más excelsas y sabias, cuyos libros leí y cuyos pensamientos seleccioné para mi círculo de lecturas”.
Según Peter Sekirin, Tolstoi el empezó a escribir esta obra maestra de la humanidad entre diciembre de 1902 y enero de 1903, pero venía de una idea que le había surgido en 1890. Este fue "el libro de su vida", ya que no dejó de consultarlo todo el tiempo; incluso él mismo preparó tres ediciones revisadas entre 1904 y 1910.
Un calendario de sabiduría apareció en 1884, y fue la primera expresión de su concepto de "calendario de la sabiduría".
El escritor ruso solía escribir en su diario variaciones en torno a “qué puede ser más precioso que comunicarse a diario con los hombres más sabios del mundo”.
Aun en la era de la información, en los buscadores se sigue tecleando el nombre de Platón, Aristóteles, Séneca, el mismo Tolstoi, Schopenhauer, Cicerón, Juvenal, Gracián, de esas personas llamadas Homero, Zoroastro, Buda, Confucio, Lao-Tse y muchos más, ya que representan una variedad de acervo histórico y filosófico, y son muestra del pensamiento de la cultura de distintos lugares alrededor del mundo.
Tolstoi no podía comprender cómo “algunas personas pueden vivir sin comunicarse con los seres más sabios que han pisado la Tierra…”, y agregaba: “me siento muy feliz cada día, porque leo este libro” (el Calendario...), lo que quizá para muchos es hoy en día un comentario más al cual trollear con gusto, sobre todo al estar sumergidos en una máquina de infotenimiento.
Esta obra tuvo en principio nombres diferentes La manera de vivir, Círculo de lecturas, Un pensamiento sabio para cada día, Pensamientos de hombres sabios, Calendario de la sabiduría. Al principio, según escribe Tolstoi en su diario, harto de la desinformación en los periódicos y revistas que llevaba a la ignorancia cultural y moral de la sociedad, empezó a redactar y acumular ideas de la herencia cultural de los pensadores del mundo antepasado, comenzaba con una cita y terminaba cada día con otro pensamiento filosófico.
La principal diferencia entre la primera y la segunda edición es que esta última tiene el doble de extensión. Aunque no puede negarse que muchas de las reflexiones del autor estaban imbuidas en la idea de Dios (como era de entenderse, por la época), pues las selecciones abarcan temas como la abnegación, el amor, el bien, la bondad, Dios, la eternidad, la fe, el intelecto, la ley, la libertad, el mundo, la naturaleza divina de la humanidad, la oración, la perfección, las tentaciones, el trabajo, la unión de la gente (con Dios), etc. Al final de cada semana incluía una viñeta o comentario de entre tres y 10 hojas. Además preparó 52 relatos especialmente para esta obra, que fueron seleccionados y adaptados de Platón, Buda, Dostoievski, Pascal, Leskov, Chejov y otros, según documenta Peter Sekirin.
La edición rusa de 1912 fue prohibida después de la revolución de octubre, pues atentaba contra el partido del régimen soviético por su orientación espiritual y sus alusiones y citas religiosas, lo cual resulta una ironía, ya que el autor de La guerra y la paz había escrito el texto más importante y accesible para todo público, sobre todo la masa campesina (que después habitaría los soviets) y la gente menos informada. Fue hasta 1995 que el libro se publicó en Rusia nuevamente y vendió más de 300 mil ejemplares, o sea, 821 ejemplares por día.
Aunque quizá parezca ahora sólo una lista de frases, el libro de Tolstoi es más que eso; es una reflexión sobre sus textos de cabecera, con cuentos y explicaciones en torno al contexto de estas frases para cada día de la semana. Sabemos que habrá quien piense que todo es debatible o que cualquier comentario tiene su contraparte. Sin embargo, a inicios del siglo pasado, el pensamiento revolucionario de Tolstoi dio mucho a la humanidad. Un texto más que enriquecedor para quien decida inyectar un poco de los mejores creadores de la humanidad a su mezcla mental.
Con elementos de BrainPicks