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Investigación sugiere que el ergot podría haber sido "el LSD del Mesozoico"

amberfossill

El uso accidental o recreativo de sustancias psicoactivas por parte de animales es más común de lo que se piensa, algunas personas incluso han teorizado que los psicodélicos cumplen un rol evolutivo en los animales. Si bien esto ya llama la atención, una nueva investigación sugiere que tal vez los dinosaurios llegaron a consumir un hongo de propiedades psicodélicas, aunque no se sabe si esta sustancia tenía un efecto psicodélico en su sistema nervioso. 

Esta posibilidad es considerada por el doctor Gregory Poinar Jr., paleontólogo de la Universidad de Oregon State, líder de una investigación que descubrió un fósil de pasto preservado en ámbar de hace 100 millones de años. Se trata del vestigio más viejo de pasto que conocemos y cuenta con un hongo ergot como parásito. Ya que se cree que el ergot y el pasto coevolucionaron estrechamente y el pasto es fundamental en la dieta de los dinosaurios, se deduce que probablemente los dinosaurios consumían ergot.

"Parece que el ergot ha evolucionado con animales y humanos casi desde siempre, y ahora sabemos que este hongo literalmente data de la más temprana evolución del pasto", dijo Poinar Jr. El ergot tiene efectos tóxicos y alucinógenos y en algunos animales produce necrosis, espasmos y atrofia partes del cuerpo. El famoso "fuego de San Antonio" es producido por el ergot. "No hay duda en mi mente que debió de haber sido ingerido por dinosaurios saurópodos, aunque no podemos saber el efecto que les hacía".

Aunque no tan conocido como los hongos alucinógenos o el LSD,  el ergot es una sustancia de una larga historia. El LSD fue sintetizado con una base de ergot y los misterios de Eleusis en Grecia parecen haber utilizado el ergot producido por el cornezuelo de centeno como parte de su rito iniciático. A este linaje puede incluirse de manera holgada la idea de que el ergot era el LSD del Mesozoico. 

Es altamente especulativo pensar en los dinosaurios como animales que utilizaban psicodélicos, pero acaso se excusa extender la liga, por así decirlo, por el deleite pavoroso de imaginar un enorme saurópodo cargando por la pradera en un estado similar al LSD. No querrías estar vibrando cerca.