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En Italia, un miembro del Popolo della Libertà, el partido de Silvio Berlusconi, no soportó que un hombre discapacitado le pidiera quitar su automóvil del lugar reservado para quienes padecen esta condición y, como respuesta, reventó con un cuchillo dos neumáticos del otro vehículo.

Para desgracia de los italianos, la corrupción de sus políticos en uno de los rasgos que los distingue ante el resto de mundo. A partir del nefasto ejemplo de Silvio Berlusconi, que dedicó varios años a fijar la tradición del cinismo y el escándalo públicos amparado en el poder de su investidura, la clase política italiano ha ido descendiendo en una espiral de soberbia que termina perjudicando a sus gobernados.

En un claro ejemplo de esta actitud, Antonio Piazza, un miembro del partido que preside Berlusconi, Popolo della Libertà, fue sorprendido por el sistema de videovigilancia de Lecco (una ciudad en Lombardía, al norte de Milán) reventando las llantas de un automóvil, un modesto Renault perteneciente a un hombre que tuvo el atrevimiento de denunciar al político por estacionarse durante tres años en el lugar reservado para las personas con alguna discapacidad motriz.

El denunciante mismo, Giuseppe Scuderi, es discapacitado, por lo que se encontraba en todo su derecho de reclamar para sí el lugar de estacionamiento ocupado por el ostentoso Jaguar de Piazza; luego de pedírselo educadamente y ante la iracunda reacción del político, Scuderi se vio obligado a pedir el auxilio de la policía, uno de cuyos agentes le concedió la razón y obligó a Piazza a mover su vehículo y pagar una multa de 80 euros.

Con esto Scuderi creyó poner fin a más de 3 años de abuso, tiempo durante el cual Piazza estacionó siempre su automóvil en el lugar reservado solo porque este queda a pie del lugar donde despacha.

Pero para Piazza el incidente no terminó ahí. Un par de horas después de discutir con el hombre y supuestamente haberse retirado, bajó sus oficinas con cuchillo en mano y, olvidando el sistema de circuito cerrado de televisión, desinfló y dejó inutilizados los dos neumáticos frontales del otro automóvil.

Luego de ser exhibido en tan arrogante y despreciable acción, el político se disculpó públicamente diciendo que había sido presa de un ataque de ira y que “hay personas que hacen peores cosas”.

[Telegraph]