Los murciélagos suelen considerarse como una especie indeseable, incluso abominable. Entre la construcción mítica de los vampiros y las leyendas urbanas --que señalan que esto mamíferos alados son "ratas voladoras" peligrosas para la salud-- los murciélagos han sido relegados dentro de la eco preferencia, padeciendo un sesgo cultural. Sin embargo, lejos de ser enemigos de nuestro desarrollo, contribuyen de manera notable aunque poco reconocida al bienestar humano.
Estos mamíferos quirópteros (que tiene alas en las manos) controlan las plagas sin dañar el ambiente, a diferencia de los exterminadores usados cotidianamente. Algunos murciélagos son de los más efectivos depredadores de insectos que afectan los cultivos. Como las aves, dispersan semillas y polinizan flores --una versión más tétrica y nocturna de un colibrí, también se alimentan de polen y néctar (sólo tres entre 1000 especies lo hacen de sangre). Existe mayor probabilidad de que un perro, gato o ratón tengan rabia que un murciélago. Además, regeneran y mantienen ambientes donde viven otras especies --como si fueran desinteresados jardineros. El excremento de murciélago, el guano, es el mejor fertilizante conocido. La saliva de los murciélagos contiene un anticoagulante y tradicionalmente han sido usados para preparar curaciones dentro de la medicina tradicional de Egipto, India y de manera más reciente en Cuba.
En Austin, Texas, se ha establecido una masiva colonia de murciélagos mexicanos, más de 1.5 millones. Los habitantes de esta ciudad han aprendido que los murciélagos no sólo son practicamente inofensivos, son fascinante y ahora constituyen incluso una derrama económica para la ciudad. Más allá de los prejuicios desinformativos o estéticos, los murciélagos son una especie que conforma una sana sociedad con el hombre. Actualmente se estudia su sistema de ecolocación para desarrollar tecnología de navegación. Por si esto fuera poco, los murciélagos parecen vivir en una sociedad comunista (por los cielos, árboles y cuevas) y gustan de practicarse sexo oral.
Así que no temas y vuélvete amigo de los murciélagos, una fascinante especie con la cual tenemos más vínculos de las que generalmente pensamos.