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Autoridades iraníes detienen y condenan a un ex marine y agente de la CIA que trabajaba en el desarrollo y distribución de videojuegos que cambiaran la idea negativa que se tiene de Estados Unidos en países del Medio Oriente.

Hace unos días la televisión estatal iraní anunció que un ex-marine de Estados Unidos detenido y acusado de espionaje también está envuelto en una amplia operación de manipulación que tiene como instrumento principal los videojuegos.

Según esta versión, el agente detenido, Amir Mirzaei Hekmati, estadounidense de ascendencia iraní, luego de dejar las fuerzas castrenses fue reclutado por la CIA y destinado a la famosa DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency), para después formar parte de una empresa de videojuegos que tenía como fin cambiar la percepción que en Medio Oriente se tiene de Estados Unidos y las operaciones que ha realizado en la zona.

Después de DARPA fui contratado por Kuma Games Company, una compañía de juegos de computadora que recibía dinero de la CIA para diseñar y realizar películas especiales y juegos de computadora que cambiara la mentalidad de la opinión pública en Medio Oriente, distribuyéndolos entre los residentes de la región gratuitamente. El objetivo de Kuma Games era convencer a los habitantes del mundo y de Irak que lo que hace Estados Unidos en Irak y en otros países es bueno y aceptable.

Esta es la confesión que The Tehran Times recoge del hombre, quien ya ha sido condenando a la pena capital. Con todo, no queda clara cuál era la función de Hekmati en la compañía, adonde supuestamente llegó por recomendación directa de DARPA.

Su familia, sin embargo, negó que Amir Mirzaei Hekmati haya sido un espía en territorio extranjero, versión que ratificó la Casa Blanca. En cuanto a Keith Halper, director ejecutivo de Kuma Games, aún no ha emitido una declaración al respecto.

A continuación dos muestras de los juegos desarrollados por Kuma, sendas simulaciones de la captura de Saddam Hussein y la caza de Osama bin Laden, ambientadas totalmente en la narrativa de la llamada "guerra contra el terror".

 

 

[NYT]