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El cine ha convertido al Vaticano en escenario íntimo de dudas, rebeliones internas y gestos que revelan más de lo humano que de lo divino

Del incienso al silencio interior, el cine ha encontrado en el Vaticano un escenario perfecto para explorar el poder, la fe y la fragilidad humana. Estas películas no solo retratan a papas, sino también al hombre que tiembla bajo el obispado.

La figura del Papa —omnipresente, solemne, a veces inaccesible— ha sido despojada y reconstruida por el cine en múltiples ocasiones. Desde el drama histórico hasta la comedia más inesperada, estas películas nos invitan a mirar detrás de los muros del Vaticano, donde se entretejen convicciones, contradicciones y silencios. Aquí, un recorrido cinematográfico por seis formas de narrar el papado.

 

Cónclave, Edward Berger (2024)

Basada en la novela de Robert Harris, esta nueva entrega muestra a un cardenal (Ralph Fiennes) enfrentado no solo a los entresijos del Vaticano tras la muerte de un Papa, sino a secretos que podrían alterar el curso del cónclave. Un thriller elegante que mira al poder eclesiástico como un juego de sombras, silencios y traiciones.


Los dos papas, Fernando Meirelles (2019)

Con la ligereza del diálogo y el peso de la historia reciente, este film propone un duelo entre dos estilos de liderazgo: el conservador Benedicto XVI (Anthony Hopkins) y el reformista Francisco (Jonathan Pryce). Una película sobre cómo se renuncia al poder, cómo se hereda, y cómo —a veces— se perdona.

 

Habemus Papam, Nanni Moretti (2011)

Un recién elegido Papa sufre una crisis de identidad y huye de su destino. Lo que podría ser tragedia se convierte, en manos de Moretti, en una comedia melancólica. Michel Piccoli da vida a un pontífice humano, frágil, incapaz de cargar con el peso simbólico de la fe institucionalizada.

 

Saving Grace, Robert M. Young (1986)

¿Qué pasaría si el Papa saliera del Vaticano sin ser reconocido? Aquí, Tom Conti interpreta a un pontífice que se infiltra en un pueblo necesitado y, en el proceso, redescubre el valor de la comunidad. Una fábula luminosa que prefiere la cercanía del campo a la opulencia del trono papal.


Pope John Paul II, Herbert Wise, Reino Unido, 1984

Albert Finney interpreta a Karol Wojtyla en esta biografía que recorre su juventud en la Polonia ocupada, su lucha intelectual y espiritual, y su ascenso como Papa en 1978. Aunque didáctica y algo solemne, es una de las primeras aproximaciones cinematográficas al pontífice que marcó el siglo XX.

 

El cine ha hecho del Vaticano un personaje más: un escenario opulento y cerrado, sí, pero también un reflejo de las grietas interiores que acompañan al poder espiritual. En estas películas no hay respuestas divinas, sino preguntas humanas que se arrastran bajo capas de incienso y seda.

El humo blanco podrá anunciar un nuevo Papa, pero el cine, una y otra vez, revela lo que ese humo no muestra: la duda.


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Imagen de portada: «Cónclave», Edward Berger, (2024)