Borges fue ante todo un gran lector. Él mismo se preciaba más de lo que había leído que de lo que había escrito. Tenía una memoria prodigiosa cargada de versos literarios como un brahmán está cargado de liturgia. Por ello sus juicios literarios son muy estimados.
En una entrevista televisiva en Argentina, Jorge Luis Borges compartió sus opiniones sobre varios escritores latinoamericanos consagrados. Aunque estos autores son considerados casi mitológicos por muchos, Borges ofreció críticas contundentes y poco convencionales. Resulta llamativo su poca estima por la literatura de autores chilenos, que habían ganado gran estima en Europa. Neruda y Mistral habían ganado el Nobel de literatura, algo que parece un tanto ridículo, cuando se considera que Borges no lo ganó.
Borges, con gran sinceridad, poca corrección política pero cierta elegancia también, explica antes de responder a los cuestionamientos de los escritores famosos que a él le disgustan "pero me puedo equivocar", reconociendo que su gustos no tienen que ser canónicos. Y, sin embargo, una hombre de sus cualidades literarias, de alguna manera tiene un juicio categórico, insoslayable.
Horacio Quiroga
Borges mencionó que los cuentos de Quiroga, aunque inicialmente impactantes, no dejaban una impresión duradera en la memoria. Comentó que los cuentos de Quiroga requieren esfuerzo para ser leídos, pero que, a largo plazo, solo se recuerdan por sus elementos fuertes o impactantes.
Gabriela Mistral
Sobre la poetisa chilena Gabriela Mistral, Borges fue especialmente crítico. Señaló que Mistral fue apreciada en Suecia debido a que cumplía con ciertos estereotipos sobre lo que se esperaba de una escritora sudamericana: debía tener sangre indígena, escribir de manera sentimental y ser morena. Según Borges, su obra no ofrecía más allá de estos requisitos superficiales.
Pablo Neruda
Borges incluyó a Pablo Neruda en su lista de escritores menospreciados. Aunque reconoció que había leído mucho de Neruda, consideró sus poemas, especialmente aquellos dedicados a objetos cotidianos como la cebolla, la lechuga y el apio, como una vergüenza. Comparó uno de los versos de Neruda con un tren recitado como un rosario, señalando que no encontraba valor en su estilo lírico.
Alfonsina Storni
De Alfonsina Storni, Borges recordó solo un verso, el cual se refería a los pájaros y un árbol. Describió cómo el verso llamaba a los pájaros "inquilinos" del árbol, apreciando la idea, pero fue crítico del resto de su obra, considerándola poco memorable.