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Vaguito, el "Hachiko" peruano que espera a su dueño a la orilla del mar

Sociedad

Por: Mateo León - 12/06/2022

Esta conmovedora historia demuestra una vez más lo estrecho que puede ser el vínculo entre un perro y su dueño

Muchos de nosotros estamos familiarizados con la historia de Hachiko, el perro japonés de raza akita que acostumbraba acompañar a su dueño a la estación de trenes de Shibuya, en la periferia de Tokio, de donde regresaba después solo a su casa para, por la tarde, volver a la estación para esperar a su dueño, Hidesaburō Ueno, un profesor de la Universidad de Tokio

Un día, sin embargo, el profesor murió a bordo del tren y ya no volvió a la estación, por lo que Hachiko se quedó esperando en vano, negándose a irse hasta que su dueño apareciera. Hachiko continuó yendo y viniendo de la estación de Shibuya durante casi diez años, hasta que falleció. 

La vida de Hachiko suele considerarse un ejemplo de fidelidad animal y específicamente canina, siendo además que los perros han sido históricamente el epítome del compañerismo entre los animales domesticados por el ser humano.

Recientemente se dio a conocer una historia que se equipara a estos niveles de fidelidad, igualmente protagonizada por un compañero canino.

Se trata de “Vaguito”, un perro que fue encontrado por una pareja de turistas en una playa de Punta Negra, en Perú

La pareja se sorprendió al notar que el perro pasaba varias horas al día sentado frente al mar, mirando hacia el horizonte, en una actitud de evidente espera.

Al preguntarles a los lugareños por esta singular conducta, la pareja supo que Vaguito era la mascota de un pescador que murió hace tiempo, dejando solo al animal. Al parecer, el perro acude todos los días a la orilla de la playa, esperando que su dueño vuelva de un momento a otro.

Vaguito, el Hachiko peruano que espera a su dueño a la orilla del mar

En compensación, los habitantes y comerciantes de la zona cuidan de Vaguito, alimentándolo, dándole refugio y prodigándole caricias, mismas que recibe en abundancia también de los visitantes de Punta Negra.

Sin embargo, Vaguito alberga en su corazón un único anhelo: que el mar le devuelva a su amigo de toda la vida.


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Imágenes: MSN