La pareja presidencial ucraniana, Volodímir Zelenski y Olena Zelenska, posa para Vogue
Sociedad
Por: José Robles - 07/27/2022
Por: José Robles - 07/27/2022
Este fenómeno lo vivimos todos los días y acaso por ello mismo hemos dejado de notar su presencia y sus efectos. Hoy en día, prácticamente no hay nada que no pueda convertirse en materia de espectáculo, de exhibición, de disfrute masivo. Lo público y lo íntimo; lo serio y lo trivial; lo importante o lo nimio. Todo, eventualmente, puede pasar bajo los reflectores de esta maquinaria insomne de lo espectacular contemporáneo. Todos estamos atentos y expectantes al siguiente escándalo, el siguiente tuit viral, la nueva serie en cuyo comentario no queremos quedar atrás, el meme, la imagen, el video…
Esa “sociedad del espectáculo” de la que habló Guy Debord en la década de 1970 parece ya no tener límites ni fronteras, e incluso una situación como la guerra, que acaso alguna vez se consideró terrible, es hoy objeto de una representación no sólo espectacular sino incluso glamurosa.
Ello a juzgar por el reportaje de la revista Vogue en torno a Volodímir Zelenski y Olena Zelenska, la pareja presidencial de Ucrania que, como se sabe, es un país que se encuentra envuelto en un conflicto armado con Rusia desde febrero de este año.
La pieza editorial lleva por título "Retrato de valentía" y será publicada en la edición de octubre próximo de la revisa impresa. Por el momento, en la edición digital se han adelantado una entrevista con la pareja y algunas de las imágenes que acompañarán el reportaje.
En particular las imágenes han causado polémica por el contraste evidente que plantean, pues se trata de retratos sumamente estilizados que sin embargo tienen como fondo los escenarios propios de un país en guerra. Dicho de otro modo: hace falta una enorme superficialidad de pensamiento para poder conciliar lo horrible de una guerra, el sufrimiento y la tragedia que esta provoca, con la imagen de belleza, heroísmo e incluso cierta elegancia con que la revista retrató a Zelenski y Zelenska. Un espectáculo servil y obsceno.
En su ensayo La obra de arte en la era de la reproductividad técnica, Walter Benjamin escribió:
La humanidad, que hace siglos, en Homero, era un objeto de espectáculo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora en un espectáculo para sí misma. Su autoalineación ha alcanzado tal grado que se permite vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden.
No cabe duda de que en nuestra época esas palabras parecen más vigentes que nunca, aunque al mismo tiempo son como una advertencia que nadie quiere tomar en cuenta.