Descubren en Palenque una hermosa efigie del dios joven del maíz
Sociedad
Por: Patricia Ruiz - 06/01/2022
Un importante hallazgo de una cabeza del dios joven del maíz, el más importante de la cosmogonía maya
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una representación del joven dios del maíz en la Zona Arqueológica de Palenque, en Chiapas. Este es el primer hallazgo en el sitio de una cabeza estucada de esta deidad, una de las más importantes en la cosmogonía maya.
Esta representación tiene más de mil 300 años de antigüedad. De acuerdo con el INAH, la pieza es el elemento central de una ofrenda que emulaba la entrada del dios al inframundo.
En julio de 2021, un equipo interdisciplinario codirigido por el arqueólogo Arnoldo González Cruz y la restauradora Haydeé Orea Magaña descubrió una detallada alienación de piedras mientras trabajaban quitando el relleno de un pasillo que conecta habitaciones de la casa B del Palacio con las habitaciones de la casa F.
Conforme iban retirando el relleno, observaron que de la tierra salía la nariz y la boca de la efigie de esta deidad. A medida que avanzaban, confirmaron que la escultura era parte de una ofrenda dedicada al dios del maíz. La ofrenda mide casi 1 metro de ancho por 3 metros de largo.
Según González Cruz, este descubrimiento permite comenzar a conocer cómo los antiguos mayas de Palenque revivían el pasaje mítico del nacimiento, la muerte y la resurrección de la deidad del maíz.
Dos expertos del equipo de González, Carlos Varela Scherrer y Wenceslao Urbina Cruz, dieron detalles de la estatua: 45 centímetros de longitud, 16 centímetros de ancho y 22 centímetros de altura. La pieza se encontraba con la disposición hacia el este-oeste, lo que simboliza el nacimiento de la planta del maíz gracias a los primeros rayos del sol.
Los arqueólogos responsables de este importantísimo descubrimiento dieron los siguientes detalles. La escultura tiene el mentón afilado, pronunciado y partido; los labios son finos y se proyectan hacia afuera y muestran los dientes incisivos superiores. Los pómulos también son finos y redondeados, mientras que los ojos son alargados y delgados. La frente es amplia, larga, aplanada y de forma rectangular. De la frente nace una nariz ancha y pronunciada. A todas luces, estos rasgos representan los rasgos más característicos de la fisionomía maya.
Además de la deidad del maíz, el equipo encontró los fragmento de un plato sobre el que se encontraba la figura principal, lo que significa que la cabeza estaba cercenada. Se llegó a esta idea a través del contraste de la iconografía del joven dios del maíz con otras piezas y documentos, como una vasija de la región de Tikal y representaciones en los códices Dresde y Madrid, en los que este personaje también aparece con la cabeza cortada.
González Cruz explica que el contexto arqueológico en el que se hallaron estas piezas es resultado de varios eventos relevantes. Primero, se trata del estanque como un espejo de agua para ver reflejado el cosmos, lo cual significa que estos rituales se realizaban en la noche. Probablemente, durante el Clásico Tardío clausuraron ese espacio de forma simbólica, por lo que rompieron una parte del piso de estuco y retiraron una parte del relleno de la construcción para en su lugar depositar vegetales, huesos de animales, conchas marinas, fragmentos de hueso trabajado, pedazos de cerámica, tres fracciones de figuras antropomorfas, 120 trozos de navajas de obsidiana, una cuenta verde, dos cuentas de concha, semillas y caracoles pequeños.
La pieza estaba en un contexto de humedad, por lo que hoy se encuentra en un proceso de secado paulatino. Una vez que esté totalmente seca, comenzará el proceso de restauración a cargo de especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.
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Imágenes: Instituto Nacional de Antropología e Historia