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Óscar 2022: hablemos de la comedia sin gracia y violenta que también hacen las mujeres en televisión

Sociedad

Por: Valentina Cisniega - 03/28/2022

Otras formas de hacer reír son posibles

La transmisión de los Óscares de 2022 ha sido sin duda una de las más incómodas de ver en los últimos años. Y muchos podríamos opinar que es decisión de cada quien permanecer o no frente a la pantalla siguiendo una gala que ha perdido relevancia y credibilidad entre los espectadores. Sin embargo, como consumidores también tenemos la libertad de pedir una mejor calidad en los contenidos y que se dejen de normalizar y reproducir situaciones que, disfrazadas de comedia, son misóginas, racistas, clasistas.  

Por eso, es necesario que hablemos de las situaciones violentas que se vivieron en la entrega 94 de los Premios Óscar. Además de la ya viralizada escena que protagonizaron Will Smith y Chris Rock por el pésimo chiste que hizo este último sobre la pérdida de cabello de Jada Pinkett-Smith, hubo dos momentos más que no pasaron desapercibidos para muchos usuarios en redes sociales. 

 

Tocar el cuerpo de un hombre sin su consentimiento también es acoso

Les parece gracioso a muchas personas que una mujer toque sin su permiso el cuerpo de un hombre. Es una cosa de risa porque la sexualización de los cuerpos masculinos termina por ser un halago para muchos. Si a un hombre no le gusta que lo toque una mujer entonces "se comporta como ellas" y eso desde luego resulta ofensivo para las masculinidades hegemónicas. Así que lo que hizo anoche Regina Hall al toquetear los cuerpos de Josh Brolin y Jason Momoa (a quienes no les causo mucha gracia la situación) también fue acoso. Puede que haya sido actuado, premeditado o ensayado, pero lo cierto es que esa escena abre el debate sobre la responsabilidad que tenemos las mujeres con los cuerpos de otras personas

Con esto no pretendo poner a los hombres como las "nuevas víctimas" de las mujeres. Hay una diferencia abismal entre un acto como el de Regina Hall y la constante violencia sistemática que se ejerce sobre los cuerpos de las mujeres a través del acoso, la violencia y la violación. Pero debemos romper paradigmas y también nosotras dejar de perpetuar comportamientos que fuercen a los otros a actuar como la sociedad espera que lo hagan. 

 

Hacer menos la presencia de otra mujer también es violencia

Definitivamente el trato que recibió Kirsten Dunst por parte de Amy Schumer tiene indignados a muchos usuarios en internet. La protagonista de la película El poder del perro se encontraba sentada junto a su esposo, Jesse Plemons, mientras Schumer daba un "gracioso monólogo" sobre los "seat fillers" que van a la gala de los Óscares únicamente para llenar un asiento. En un momento dado, sin menor temor se dirigió a Dunst para ponerla de ejemplo como una seat filler y la levantó de su asiento para sentarse ella junto a Plemons. "¿Sabías que esa es mi esposa?", le dijo Plemons a Schumer sin ningún asomo de divertimento, y ella respondió con un comentario igual de violento que el anterior: "Oh, ¿estás casado con esa rellena-asientos? Eso es raro".

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Foto: Vía Twitter

Esta penosa situación es un claro ejemplo de cómo las mujeres no estamos exentas de ejercer violencia. No todas las mujeres son feministas ni el feminismo es para todas. Amy Schumer, en su posición privilegiada (como presentadora) se burló de otra mujer y además se refirió a su marido como si fuera "más importante" que Dunst. Kirsten Dunst tiene 30 años de trayectoria artística y le ha costado mucho trabajo dejar de ser estigmatizada por sus papeles en Spiderman y Triunfos robados. Ha representado a innumerables personajes y su calidad en las actuaciones la llevó a ser nominada por primera vez en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. Sin duda alguna, ni Kirsten ni ninguna otra mujer merecen el trato y la burla de una comediante como Amy Schumer. 

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Ilustración: The New Yorker

La comedia rancia, sin gracia y violenta ya no debe tener cabida en el mundo del entretenimiento. Burlarse del aspecto físico de una persona, de una condición de salud, "ningunearla" por sus logros o fracasos, sexualizar su cuerpo, ya no es humor. Es violencia. 

Nuevas formas de hacer comedia son posibles. 


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Imagen de portada: AFP(Izquierda)/Just Jared (Derecha)