10 obras cinematográficas que relatan los movimientos estudiantiles de 1968
Arte
Por: Monse Aguilar - 09/30/2021
Por: Monse Aguilar - 09/30/2021
En 1968, la movilización estudiantil y los movimientos sociales que cuestionaron los regímenes políticos de diversos tipos, así como su escasa capacidad de respuesta –y en muchos casos, la represión– a las demandas por derechos civiles, reformas democráticas y el fin de la guerra, provinieron de diversos afluentes y fueron compartidos por el imaginario colectivo global que instauró el reclamo y la necesidad de cambio, de nuevos actores sociales.
Para conocer más acerca del movimiento estudiantil de 1968, la primavera de Praga o el mayo francés, te dejamos esta lista de películas y documentales.
Durante el movimiento estudiantil de 1968 en México, los estudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidieron tomar la escuela, el equipo y material a disposición y filmar los acontecimientos. El resultado fueron 8 horas de imágenes editadas bajo la dirección de Leobardo López Aretche para integrar este documental, único testimonio fílmico desde el interior del movimiento.
Un departamento del edificio multifamiliar Chihuahua, en el Conjunto Tlatelolco (CDMX). Son los días de mayor efervescencia del movimiento estudiantil del 68. La mañana del 2 de octubre, una familia de clase media -padre burócrata, madre ama de casa, abuelo exmilitar jubilado, dos hijos preparatorianos y dos niños de primaria- se prepara para un día normal. Al transcurrir las horas, se verán atrapados en medio de la represión política más sangrienta del México moderno.
Este documental aporta muchas certezas desde el punto de vista de la operación de los cuerpos de seguridad, ya que muestra la forma de organización con la que trabajaron las fuerzas de seguridad del Estado en la masacre del 2 de octubre del 68. Asimismo, da cuenta de sus principales protagonistas y hace un análisis de cómo se orquestó el encuentro entre estudiantes, soldados y fuerzas paramilitares en un episodio oscuro que marcó la historia de México.
Durante el verano de 1968, estudiantes procedentes de todo México se congregaron en la capital para exigir democracia. Los Juegos Olímpicos iban a celebrarse ese año y el gobierno recurrió a la violencia, disparando a los manifestantes y torturando a los detenidos. El 2 de octubre se celebró una nueva manifestación para protestar por la represión, pero en esta ocasión el ejército mató a trescientas personas. Filmaciones de archivo y diversos testimonios completan la narración de aquella matanza e ilustran los motivos por los que el pueblo mexicano no puede perdonar ni olvidar.
La película cuenta dos historias paralelas. Por un lado, la relación amorosa entre un joven llamado Roberto Rentería (Rodrigo Virago) y una muchacha involucrada en las revueltas: Diana Inés (Diana García). El conflicto gira en torno a descubrir si la mujer asesinada es la protagonista y si esa fue la razón por la que Roberto se suicidó o lo mataron.
Esta película es una parábola de una generación que quiso ser revolucionaria desde su salón y siempre y cuando el nuevo mundo no alterase su apacibilidad burguesa. La revolución ya no era asunto de los obreros de las fábricas, que volvieron a sus casas en cuanto Charles de Gaulle subió los salarios, sino el pasatiempo de una acomodada clase estudiantil que se parecía a sus padres mucho más de lo que hubiese querido reconocer.
Este filme presenta a un grupo de cinco estudiantes que se reúnen en un piso para compartir sus inquietudes revolucionarias y recitar fragmentos de El libro rojo de Mao Zedong. En estas conversaciones aparece la posibilidad de recurrir a la lucha armada, debate que genera un cisma entre los estudiantes. La chinoise ha suscitado interpretaciones opuestas que oscilan entre las que acusan a Godard de apología del terrorismo y otras que entienden que el director ridiculiza las aspiraciones de los jóvenes revolucionarios, que se equivocan de objetivo en su primer atentado.
Miniserie que cuenta la historia real de un estudiante checo que se prendió fuego como acto de protesta por la ocupación soviética (de ahí el “sacrificio” del título en castellano). Este caso tuvo lugar meses después de la masacre, cuando el país ya había sido pacificado pero el pueblo checo, y especialmente los jóvenes, percibían que les habían robado el futuro.
1968 es sinónimo del mayor movimiento de protesta global del siglo XX. Ya sea en San Francisco, París, Tokio, San Pablo, Argel o Berlín, jóvenes de todo el mundo se alzaron contra las estructuras sociales caducas y la opresión a varios niveles. Este documental de cuatro partes repasa 10 años de revuelta, de 1965 a 1975, época cuyo legado suscita todo tipo de valoraciones.
Chris Marker empleó toda una década (del 67 al 77) en recopilar y montar los materiales que conforman El fondo del aire es rojo, una crónica en dos partes sobre las convulsiones políticas y sociales que transformaron el mundo para siempre. "Con este documental buscaba mostrar transformaciones sociales que estaban sucediendo y fueron formando un intrincado juego", declaró en su momento Marker, cineasta muy cercano a la izquierda francesa. Pero París es solamente un episodio más en un ciclo de agitaciones que también sacudió Praga, Chile, Cuba o México, y la película de Marker no deja fuera ninguna de ellas. Son en total tres horas de película, divididas en dos partes ("Las manos frágiles" y "Las manos cortadas").