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Utagawa Kuniyoshi: el último maestro del ukiyo-e

Arte

Por: Monse Aguilar - 07/29/2021

Utagawa Kuniyoshi es considerado uno de los últimos maestros del ukiyo-e, expresión artística japonesa elaborada en madera a través del grabado xilográfico

En Japón, en las ciudades del período Edo (1615-1868) se popularizó el grabado japonés conocido como ukiyo-e

Se consideraba a este género como “arte popular”, pues era consumido principalmente por las clases de menor prestigio social en la era Tokugawa. Esta técnica de grabado se ocupa de una temática muy amplia. No es extraña la presencia de referencias literarias y teatrales que representan los temas más icónicos de la cultura clásica japonesa. 

Utagawa Toyoharu, fue uno de los primeros artistas del ukiyo-e en aplicar las técnicas occidentales en sus obras artísticas. Utilizaba principalmente una perspectiva geométrica, lo que le permitía inventar composiciones de gran efectividad. Explotaba la perspectiva para crear seductoras escenas de interior, que sumergían al espectador dentro de las imágenes con mayor inmediatez que la conseguida hasta entonces por otros artistas del género. 

Producto de la desarrollada industria gráfica japonesa, Utagawa Toyoharu fundó la escuela de ukiyo-e que tuvo a bien ser nombrada como él mismo y que consiguió una popularidad, pujanza y permanencia superiores al resto de escuelas. Ninguna contó entre sus filas al mismo tiempo con tres artistas en plenas facultades creativas, cada uno líder de su propia especialidad. En la escuela Utagawa coincidieron simultáneamente tres grandes maestros:

  • Kunisada: maestro de retratos de bellezas femeninas y actores de kabuki.

Kunisada_GettyImages

  • Hiroshige: el gran creador de paisajes.

Hiroshide_GettyImages

  • Kuniyoshi: especialista en estampas de guerreros.

Kuniyoshi_CreativeCommons

Era costumbre de los maestros y sus discípulos colocar el nombre de la escuela en la que se formaban como parte de su nombre artístico. Kuniyoshi pasaría a ser recordado en el arte del ukiyo-e como Utagawa Kuniyoshi. 

Este maestro fue uno de los artistas más solicitados por las dinastías de samuráis de la época. A finales de los años treinta y durante la década de los cuarenta del siglo XIX, Kuniyoshi logró su mayor popularidad, pues plasmó a numerosos guerreros samuráis en pleno combate para ilustrar epopeyas clásicas como el Heike Monogatari, en un momento en el que se consideraba que estos guerreros ya estaban en decadencia. 

La obra del artista puede ser apreciada en estampas exhibidas en diversas colecciones de museos en Europa y Asia, incluyendo la famosa serie de héroes del Suikoden, estampas que fueron encontradas en el ajuar funerario de Yoshitsugu, el heredero designado de la poderosa familia Owari, una de las tres ramas de la dinastía Shogunal Tokugawa.

Este descubrimiento fue posible cuando se tuvo que reubicar el cementerio donde reposaban las cenizas de la familia Owari en los años noventa. La exhumación de los restos reveló una gran cantidad de estampas, libros ilustrados y poemas de la escuela Utagawa que habían sido depositados en las cámaras funerarias de algunos miembros. El hallazgo dio muestra de que las clases altas del período Edo también tenían cierta afinidad al ukiyo-e y sobre todo a la escuela Utagawa, rompiendo con el paradigma que afirmaba que este tipo de expresiones sólo era de interés para los comerciantes y la clase media. 


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Imagen de portada: Getty Images