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Vox Populi, Vox Dei: Justin Bieber y la búsqueda de un propósito

Arte

Por: Javier Chávez - 09/22/2020

La segunda entrega de 'Vox Populi, Vox Dei' está dedicada a Justin Bieber y, específicamente, a su álbum 'Purpose', en cuyo nombre está cifrado su rasgo más auténtico

Brevemente me gustaría aclarar algunas cosas respecto al pop como género musical. El pop es un género extremadamente moldeable, probablemente el más maleable de todos, pero a la vez exigente, sólo para poder ser reconocido (diferente a ser agradado) ante el “gusto popular”. Claro que muchas veces nos vemos confundidos y nos conformamos con una buena presentación, con la simple apariencia; poniéndolo en términos más técnicos: con “una buena mezcla de audio”. Existe una brecha muy delgada, y que llega a converger, entre la buena música y un buen sonido. Pero esto es algo que sólo se puede distinguir de manera personal, escuchando con la debida atención. Por otro lado, no hay que caer en prejuicios respecto al “sonido pop”, esto es como si sólo juzgamos una película por cómo se ve, por su apariencia, e hiciéramos caso omiso a su contenido, su esencia: aquello de lo que realmente trata. Toda la música, no solo el pop, necesita que nos animemos a “ver” más allá de la superficie. Dicho esto, vayamos a Justin Bieber.

Realmente se tiene que haber vivido debajo de una roca en los últimos diez años, al menos, para no haber escuchado el nombre de Justin Bieber. Durante mucho tiempo este personaje, en sus épocas de adolescente, fue una figura bastante polémica. Pero no vengo a hablar sobre eso. No es mi intención profundizar al respecto, aunque sí es importante destacarlo. El contexto siempre es importante y determinante en la obra del artista, sólo porque en parte nos deja ver aquello que es verdaderamente fundamental: su intención, la cual vive en la obra de arte.

Y es que entre 2013 y 2015, Justin Bieber experimentó una época “difícil” y determinante en la vida de cualquier ser humano. Aunado a esto, la fama, y toda la responsabilidad que ella trae consigo. Tanta presión (e incluso poder, de alguna manera) pudo haber hecho que algo saliera mal en muchos sentidos, pero, milagrosamente, ocurrió todo lo contrario, por algo que sólo podría definir como “madurez”.

En el año 2015, bajo el nombre de Purpose, Justin Bieber llegó a aportar lo suyo al pop. Aporte que me gustaría dividir entre lo personal y lo artístico-musical (que a fin de cuentas están conectados, como siempre).

 

Crecimiento personal: Purpose

Entender el poder que descansa detrás de tener un propósito (en la vida, en la música, en las relaciones, en general) es algo difícil. Conducir nuestras acciones con un propósito nos ayuda a tener claridad del rumbo que queremos tomar o darle a las cosas. Sin un propósito somos como un barco a la deriva, y ciertamente muchos no terminamos de entender esto.

El disco adopta dicho nombre porque, en palabras del artista, Bieber sintió que en algún punto de su adolescencia su propósito se había perdido, pero que ahora lo había encontrado de nuevo. En la introducción de Justin Bieber - PURPOSE: The Movement, el video-documental que acompaña al disco junto con algunos otros videos, Justin Bieber dice haber soltado su ego y haber encontrado su propósito en esto que es (o que debería ser) la responsabilidad de todo artista: traer luz y esperanza a la gente, a través de lo vivido y aprendido.

Después de este disco, la vida del artista dejó de verse envuelta en escándalos amorosos, drogas, borracheras, etc. La madurez nos lleva a ver las cosas desde un punto de vista más objetivo, al menos desde lo personal, nos hace percibir un mundo más claro y definido. Cuando esto no está presente en la vida de una persona todo parece ser inconsistente, eso es un hecho. En esta época del artista hay un crecimiento personal, y ante eso, surge lo importante: hay algo que decir y compartir a la gente; y aún más, algo que descansa en una buena intención. Antes de este disco, a decir verdad su carrera era algo que él no controlaba, simplemente porque no tenía la madurez necesaria para hacerlo. De alguna manera sí era algo un tanto “plástico”. 

Y es que hay algo que es necesario aclarar y remarcar aquí, sólo para sacudir los prejuicios: el disco nace de su deseo, y el disco es conducido, en todo momento, bajo este deseo (claro que con ayuda de diversos productores apoyándolo). Dicho con otras palabras: todo lo referente a este disco gira en torno a él. Él es la pieza central, él es la temática del disco y es él quien dirige todo esto –y bastante bien, de hecho–. Es un hecho que sin él –y no me refiero exclusivamente a su voz– este disco simplemente no habría existido como lo que es. Basta con escuchar cada canción para sentir esta fuerte carga personal que comunica con las letras y que también se sincroniza con lo musical [sorpresa(?)]. 

 

Purpose

En la década pasada, sin duda Purpose brilló, y es que musicalmente fue lo mejor concebido bajo el género pop. 

El pop siempre ha pretendido absorber lo mejor de distintos géneros. Es en lo pop donde se consolida un género, cuando el público lo acepta y lo abraza. Así, Purpose, con sonidos tomados de la música electrónica (particularmente el EDM), de baladas, ritmos de reggaeton, ritmos de trap, en suma, mucho de lo popular en ese momento, logró formar un disco que de inicio a fin fluye como una unidad, fuerte y armoniosa. Yo estoy seguro de que si se le presta la debida atención, cualquiera es capaz de reconocerlo.  Pero antes pretendo destacar dos canciones.

 

"What Do You Mean"

Está bien, sí: el piano y el beat bien logrados, pero podría argumentarse: “nada nuevo”. Los sonidos percutidos y la flauta, qué expresión tan genuina. Todos los elementos presentes en la canción interactúan perfectamente en movimiento, que siempre es lo más importante en la música. Pero no termina ahí.

También es digno de destacar el buen gusto que hay en la elección de los sonidos, algo así como si en color también combinaran.

Aquí sí entro en lo personal: debo reconocer que el movimiento y el color de esta canción en particular son de mi agrado; pero en realidad todas las canciones logran esto, todas de manera diferente, claro.

 

"Where Are Ü Now"

Aquí Justin Bieber pone su canción bajo la producción de Jack Ü (Diplo y Skrillex), el cual es, a grandes rasgos, un proyecto de EDM. Pero esta canción excede lo que hasta entonces se había conocido como EDM. Realmente sí logra una fusión entre una especie de balada y una producción electrónica bien elaborada. No hay nada igual. Puede que sí exista la intención de otros por imitar, pero esta canción brilla por lo genuina que es. 

 

Sin más, me gustaría otorgar esto, que es lo único que se puede hacer con el buen arte: una cordial invitación a escucharlo abierta y atentamente.

Pero claro que el propósito necesita ser recordado, o, mejor dicho, necesita ser renovado. No podemos tener el mismo propósito en la adolescencia, en nuestra juventud, o en una edad adulta. Eso es parte de crecer. El último disco de Justin Bieber (Changes) la verdad dejó ––remarco– muchísimo qué desear. Pero confío en que si fue lo suficientemente inteligente como para notar y abrazar cosas que le trajeron madurez una vez, puede hacerlo de nuevo. O al menos eso espero.

 

Encuentra en este enlace la entrega anterior de esta columna: Vox Populi, Vox Dei: una declaración de intenciones

 

Twitter del autor: @JavienLaNube

 

Imagen de portada: Joe Bielawa, CC BY 2.0 (Wikimedia Commons)