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Mandar 'nudes' se ha convertido en una manera muy popular de vivir la sexualidad: para compartirlas siempre es mejor tomar en cuenta algunas medidas de seguridad para evitar que tus fotos sean expuestas sin tu permiso

En las maneras de vivir la sexualidad no hay recetas (siempre y cuando sea consensuado y la intención no sea lastimar). Entre las muchas prácticas sexuales que las nuevas tecnologías de la comunicación han permitido está el enviar "nudes", fotografías del propio cuerpo desnudo, ya sea del cuerpo completo o sólo de zonas específicas. 

Pero así como la tecnología es una herramienta para explorar nuevas maneras de vivir la sexualidad, también se ha convertido en un vehículo para el ciberacoso, para exponer y humillar a quienes mandan sus fotos. 

Con el aumento de la violencia en general, pero hacia las mujeres en especial, es importante que quienes decidan compartir fotos íntimas lo hagan teniendo en cuenta algunas medidas de seguridad:

  • Asegúrate de que sea consensuado. A nadie le gusta recibir "nudes" de alguien a quien no se las ha pedido. No pongas en riesgo tu comodidad por sentirte presionado. Si no estás 100% convencido de que la otra persona quiere recibir o enviar este tipo de contenido, mejor no lo hagas. Puede ser considerado acoso. Nadie está obligado a enviar ni recibir contenido de este tipo.
  • Evita enviar fotos con detalles de tu cuerpo. Cuando envías una nude es mejor evitar rasgos distintivos, como lunares, cicatrices o tatuajes. También evita que el lugar en donde estás sea identificable, por ejemplo, alguna parte de tu casa o tu recámara. 
  • Usa aplicaciones seguras como Snapchat, Telegram o la conversación secreta de Facebook Messenger. 
  • Pon una marca de agua con el nombre de la persona a quien se la mandas. Trata de no poner la marca de agua sobre áreas de color sólido o en las esquinas. Si decides enviar la misma foto a más de una persona, edita la foto para que cada persona reciba una distinta. Puedea hacerlo modificando los filtros o añadiendo pequeños emojis. 
  • Desactiva la geolocalización cuando uses la cámara de tu celular. Muchas veces el GPS está activo mientras se usan diferentes aplicaciones. Asegúrate de que el GPS de tu celular esté desactivado cuando uses la cámara, así cuando la envíes, la foto no tendrá la ubicación de donde fue tomada. 
  • Elimina las fotos que envíes o recibas. Así te aseguras de que no caigan en manos de terceros. Si hay alguna foto tuya que deseas conservar, fíjate muy bien si está protegida. Usa contraseñas de alta seguridad, y cuida que nadie más tenga acceso al dispositivo en el que están guardadas tus fotos.
  • Si el álbum de fotos de tu celular está sincronizado a algún servicio de almacenamiento en línea (Google Drive, Dropbox, iCloud), puedes hacer dos cosas: revisar que una vez que la elimines de la memoria de tu teléfono también la elimines de tu biblioteca en línea, o desactivar la opción de sincronización de tus dispositivos con el servicio de almacenamiento en línea que utilices. 

No se trata de prohibir o de censurar: cada quien es libre de vivir su sexualidad y su placer como y con quien quiera. Pero lo mejor es hacerlo de manera segura, partiendo del cuidado de uno mismo, en todos los aspectos.

Ley Olimpia

En México ya fue aprobada la Ley Olimpia, una ley que tipifica la violencia digital (ciberacoso, ciberporno, acosos sexual) como delito. Esta ley está conformada por una serie de reformas a los códigos penales de cada entidad del país. 

Las sanciones van desde multas económicas hasta 6 años de cárcel para quien difunda contenido íntimo de una persona sin su consentimiento.

De acuerdo con el Módulo sobre Ciberacoso de 2017 (MOCIBA) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las mujeres mexicanas entre 20 y 29 años son las más expuestas a este tipo de violencia. 

Si has sufrido este tipo de violencia, la Ley Olimpia te protege. Puedes acercarte a abogados y abogadas especialistas en el tema de ciberacoso y violencia de género. O bien, a asociaciones civiles dedicadas a la protección de los derechos sexuales. Como la Asociación Civil Defensoras Digitales. 

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