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Una hermosa melodía de cerebros enlazados

La música -o el sonido- realmente une a los seres, en un tejido extracorporal de ritmo.

En un estudio realizado por el Instituto Max Planck se descubrió que las aves entran en fases de sincronía cerebral cuando cantan en pareja. Esencialmente, cuando esto ocurre, los cerebros de las aves funcionan como uno solo.

Para el estudio se investigó a parejas de gorriones blancos. Estas aves son conocidas porque cantan a dueto. Los científicos cuantificaron estos efectos a través de implantes inofensivos con los que pudieron medir la actividad neuronal de las aves. Los investigadores creen que estos mecanismos, que operan como una especie de circuito extendido que organiza el patrón compartido, podrían ser responsables del movimiento coordinado en interacciones sociales humanas como la danza.

En otro estudio previo se encontró que algo similar sucede entre los músicos. Un grupo de psicólogos monitoreó las frecuencias cerebrales de 32 músicos mientras estos interpretaban en duetos la Sonata en do mayor de Christian Gottlieb Scheidler. En ese caso se observó que las oscilaciones que ocurrían en el cerebro de ambos músicos establecían una correspondencia sincrónica, aun cuando tocaban distintas notas. Lo anterior sugiere que esta correspondencia facilita, o incluso permite, la coordinación del comportamiento entre personas.