En nuestros días el consumo de carne se ha convertido en un tema en cierto grado polémico, si bien en casi todas las épocas el vegetarianismo ha existido como alternativa de la dieta humana, casi siempre como elemento de una vida sobria y aun clemente. Se dice que Pitágoras, por ejemplo, recomendaba dicho régimen a sus alumnos como complemento de una forma de vida espiritual y, muchos años después, León Tolstói igualmente aconsejó adoptar la dieta vegetariana por razones eminentemente compasivas.
Ahora esta opción se presenta también como una práctica que podría contribuir a frenar los efectos de la actividad humana sobre la Tierra, particularmente los cambios de clima y las agresiones a distintos ecosistemas del planeta, algunos de los cuales están relacionados directamente con la producción de ganado para consumo humano. A este respecto, un estudio reciente asegura que de todos los mamíferos vivos en el planeta, cerca del 60% son ganado criado para consumo humano.
Ante este panorama, ¿valdría la pena poner en perspectiva la posibilidad de dejar de incluir carne en nuestra dieta diaria? Al menos como hipótesis, podríamos en efecto admitir dicha posibilidad, y preguntarnos entonces si tomar esa decisión podría tener un efecto en nuestra vida.
Para responder a esa pregunta presentamos a continuación siete cambios, sustentados en estudios científicos, que ocurren cuando la carne desaparece de la alimentación de una persona. Cabe hacer notar que en cada punto se encuentra el enlace a los estudios referidos.
1. Pérdida de peso
De acuerdo con un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad George Washington (situada en Washington, EEUU), basado a su vez en 15 investigaciones diferentes realizadas en países de Europa y América, una persona que deja la carne y adopta una dieta vegetariana pierde en promedio 4kg de su peso corporal al poco tiempo de tomar esta decisión. Otro estudio realizado en monjes budistas encontró que dejar de comer carne está relacionado con un descenso en el índice de masa corporal.
2. Reduce el riesgo de ataques cardíacos
Dado que el consumo de carne está en relación directa con el aumento en los niveles de colesterol y en consecuencia, con el aumento de la presión cardíaca, dejar de comer carne incide necesariamente en la salud del corazón y del sistema circulatorio en general.
3. Reduce el riesgo de diabetes
Si bien solemos relacionar la diabetes con el consumo de harinas, azúcares y carbohidratos en general, un estudio realizado por investigadores del Departamento de Promoción y Educación de la Salud de la Universidad de Loma Linda (en California) determinó que comer carne semanalmente aumenta hasta en un 29% el riesgo de desarrollar diabetes, y hasta en un 38% si se consume carne procesada (embutidos, hamburguesas congeladas, etcétera).
4. Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer
Desde hace varios años, la Organización Mundial de la Salud ha señalado el consumo de productos de carne procesada como un hábito altamente cancerígeno, equiparable a la exposición a los rayos gamma o al tabaquismo.
5. Cambia tu flora intestinal
El ecosistema microscópico que habita en nuestros intestinos, poblado sobre todo de bacterias, es uno de los componentes de nuestro cuerpo más importantes para nuestro bienestar general y, sin embargo, uno de los menos estudiados. Más aún: se trata de un elemento que casi nunca consideramos en nuestra idea general de salud. No obstante, su estado y funcionamiento han sido relacionados recientemente con distintos ámbitos de nuestra salud, desde la digestión hasta la salud mental.
En el caso de la dieta vegetariana, un estudio de la Universidad de la Ciudad de Nueva York encontró que las bacterias en la flora intestinal de las personas que no comen carne son más diversas, más fuertes y con mejores cualidades protectoras que aquellas que incluyen habitualmente carne en su alimentación.
6. Si haces ejercicio, tus músculos se recuperan mejor y más rápido
En una investigación llevada a cabo por el doctor Chidi Ngwaba, adscrito a la Sociedad Europea de Medicina del Bienestar, se encontró que el consumo de carne está vincluado con el dolor que suele sobrevenir luego de una sesión de ejercicio físico. Como es sabido, comer carne tiene como consecuencia el incremento de los índices de ácidos úrico y láctico en los músculos, cuyo exceso en el cuerpo se traduce en una sensación de dolor.
7. Aumenta la sensación general de bienestar
Aunque el bienestar puede medirse (y, de hecho, existen estudios que lo han hecho), no es menos cierto que en parte éste también es subjetivo. Aquello con lo cual una persona "se siente bien" no es forzosamente lo mismo que a otra persona le da satisfacción y felicidad.
En ese sentido, es posible aludir al testimonio de numerosas personas a quienes el paso a una dieta vegetariana les provocó una mejora sustancial de su sensación de bienestar. Hay quienes dicen sentirse más ligeros, con más energía e incluso más felices. Para otros, dejar de comer carne ha tenido un efecto en la manera en que se piensan a sí mismos desde un punto de vista ético o espiritual. Para algunos más, dejar la carne es una decisión con efectos notables sobre el mundo en el que vivimos y el sistema que lo rige.
De ahí que dicha decisión tenga también un importante efecto psicológico positivo.
¿Qué te parece? ¿Consideras que estos son argumentos que podrías tomar en consideración para evaluar tu consumo de carne? No dudes en compartirnos tu opinión en la sección de comentarios de esta nota o a través de nuestros perfiles en redes sociales.
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