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Banksy toma París por sorpresa y deja en sus calles estos mensajes críticos

AlterCultura

Por: Jimena O. - 07/01/2018

Tras su paso furtivo por la capital de Francia, el artista callejero Banksy elaboró varias piezas que critican la situación política actual del país

A juzgar por los esténciles aparecidos en París, Banksy tuvo algunos días particularmente activos en la capital francesa. Después de algunos meses sin saberse de sus intervenciones (la última se registró en Nueva York, a mediados de marzo), y sin duda varios más en los que no había emprendido una maniobra de largo alcance, al menos ocho impresiones del más enigmático de los artistas callejeros han sido descubiertas en diversos puntos de la ciudad.

El pasado 20 de junio se dio a conocer el primero de esta serie de grafitis en las inmediaciones de la Porte de la Chapelle. Ni la fecha ni el lugar fueron casuales, pues además de conmemorarse entonces el Día Internacional de los Refugiados, en dicha zona se encontraba el mayor centro de acogida para refugiados y migrantes de toda Francia, que funcionó de finales del 2016 hasta mediados de marzo de este año, cuando se cerró para sustituirlo por dos centros en otras zonas de la ciudad.

La imagen muestra a una niña en el momento de cubrir con un patrón floral una cruz gamada pintada en la pared, símbolo con que usualmente se identifica al Partido Nazi alemán y, por extensión, a las organizaciones políticas de ultraderecha, particularmente combatientes de la presencia de migrantes en territorio europeo. Cabe mencionar que este grafiti guarda semejanza con otro de Banksy conocido como Go flock yourself, del 2009.

Como es habitual en Banksy, los grafitis conllevan una crítica política. Ademas de la migración, en estas piezas distribuidas en París se hace referencia también a la herencia contestataria del movimiento estudiantil de 1968 y la desigualdad entre ricos y pobres.

Otra pieza particularmente interesante es la reinterpretación que el artista callejero hizo de uno de los retratos más famosos de Napoleón, Napoleón cruzando los Alpes, pintado por Jacques-Louis David en 1805. En el esténcil, sin embargo, el héroe francés aparece con el rostro totalmente cubierto entre los pliegues de su capa suntuosa, acaso una alusión a la ceguera con que el poder político “dirige” a las sociedades de nuestra época.

Como sucede con al arte callejero, algunos de estos grafitis han comenzando a participar en el curso natural de la vida urbana. Quizá es posible que algunos ya hayan desaparecido. Pero de cualquier forma cierto mensaje trascendió, y a fin de cuentas eso es lo importante.

 

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