*

Su estudio ha pasado por manos de filósofos naturales, frenólogos, médicos y neurólogos, dando como resultado teorías que terminaron por convertirse en mitos o dilucidar un poco sobre su funcionamiento

Pese a ser una parte indispensable del ser humano y haber sido estudiado desde la Antigüedad, el cerebro sigue guardando recelosamente algunos misterios que ni la neurociencia es capaz de liberar. Su estudio ha pasado por manos de filósofos naturales, frenólogos, médicos y neurólogos, dando como resultado teorías que terminaron por convertirse en mitos o dilucidar un poco sobre su funcionamiento. Conoce algunos secretos que la ciencia aún no ha descubierto sobre el cerebro y la mente (y es ahí donde reside Dios, según los investigadores):

– La manera en que se codifican las neuronas. Si bien la comparación entre un sistema computarizado y un sistema neurológico es una metáfora muy común en el ámbito de la neurociencia, los estudiosos del tema aún no logran descubrir cómo el estímulo eléctrico es capaz de convertirse en información codificada. Hasta ahora, se sabe que la conducta neuronal se lleva a cabo mediante signos químicos con información sobre lo que vemos, oímos, olemos y tocamos.

– Cómo percibe el dolor. Se trata de un impulso instintivo de protegerse cuando tocamos algo caliente que nos quema, empezando todo por corpúsculos sensoriales que activan los receptores de dolor –o nociceptores. Esta información se conduce hacia la espina cordal antes de entrar en las áreas del cerebro que perciben el dolor. Desgraciadamente aún no se sabe cómo la experiencia subjetiva del dolor puede amplificarse, disminuir o bloquearse completamente antes de entrar al cerebro y, por lo tanto, cada ser humano posee un umbral diferente.

– El mundo onírico. Hasta ahora, la teoría más convincente de por qué dormimos es que es para restaurar memorias, aprendizajes y energía, mientras que los sueños tienen un rol importante en la plasticidad neuronal y en el aprendizaje.

– La cantidad de recuerdos que se pueden almacenar y recobrar de la memoria. Según un estudio realizado en 1953 en un paciente epiléptico, la memoria se encuentra en el lóbulo temporal medial, principalmente en el hipocampo. De modo que el hipocampo se convierte en un elemento crucial para crear nuevos recuerdos a largo plazo –fenómeno que se llamaba potenciación a largo plazo. Sin embargo, se desconoce la capacidad del hipocampo para crear y almacenar los recuerdos: al final, ¿cuánto se puede recordar realmente?

– El proceso de la toma de decisiones. A diario se toman una serie de decisiones, desde acciones triviales hasta las que requieren un proceso deliberativo. Ambas provienen de dos sistemas cerebrales diferentes: el del control cognitivo y el de la red de evaluación –aquella que brinda probabilidades de éxito a cada una de las opciones. No obstante, conforme se investiga más al respecto, surgen más teorías que comienzan a sobreponerse, invalidarse entre sí y a poner en riesgo el entendimiento de la toma de decisiones. ¿Qué tiene más peso a la hora de tomar una decisión: la cognición, el beneficio o el inconsciente?

– La definición de inteligencia. Si bien se popularizó el término de Coeficiente Intelectual –CI– para términos académicos, la realidad es que este parámetro se limita sólo a habilidades lógico-matemáticas. De acuerdo con Gardner, existen distintos tipos de inteligencias, personas sobresalientes en uno o dos tipos de inteligencias o sobredotados, y una evolución de ellas a lo largo del tiempo. Es decir que la inteligencia, en cada una de sus versiones, no es estable por sí sola: cambia conforme el desarrollo de la persona.