Psicología del FLUJO: perder el control como vía regia a la creatividad
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 10/13/2014
Por: Juan Pablo Carrillo Hernández - 10/13/2014
Imagina un momento en tu vida donde te hayas sentido tranquilo y alerta, concentrado y feliz, comprometido y libre: sin importar a qué te dediques, espontáneamente experimentamos una sensación de entrega total a la actividad que realizamos, como si fuéramos llevados; el control deja de importar, disfrutamos y somos productivos, la procrastinación es un mal recuerdo y simplemente nos entregamos. Fluimos.
La psicología positiva y la ciencia de la felicidad están muy en boga hoy en día: seminarios sobre felicidad y cursos teórico-prácticos acerca de llevar vidas armónicas se nos ofrecen como un nuevo tipo de logro. ¿Pero si la experiencia óptima fuese más bien una mezcla de cosas que hay que desaprender, o dejar ir, más que producir? ¿No sería increíble si las cosas que nos preocupan se resolvieran por sí mismas, no en un sentido mágico, pero que se parece mucho a la magia? Estos son algunos puntos de partida para lo que el psicólogo, antropólogo y teórico Mihaly Csikszentmihalyi llama FLUJO (FLOW).
Según escribió en FLUIR: La psicología de las experiencias óptimas, Csikszentmihalyi piensa que el flujo es un estado de concentración o absorción completa; dicho estado aparece espontáneamente y no puede programarse. Todos lo hemos sentido en algún momento: actuamos con libertad, con placer, con precisión, incluso producimos belleza con nuestro solo actuar. Para Csikszentmihalyi, el flujo es "el hecho de sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo".
Jan Bommerez ha aplicado la idea de "catalizadores" (proveniente de la química) al flujo, para explicar los factores que potencian e inhiben dichos estados altamente subjetivos. En química, los catalizadores son elementos que aceleran reacciones sin ser consumidos por ellas. Los inhibidores (o catalizadores negativos) son elementos que disminuyen la potencia de la reacción. Lo interesante del flujo está en su fino equilibrio entre acelerar e inhibir.
Los catalizadores del flujo no pueden reducirse a una fórmula (cada persona es diferente), aunque las reacciones por las que todos atravesamos, y el cómo lidiamos con ciertas ideas, pueden darnos una pista. O mejor dicho, seis pistas:
Claridad
Elección
Reto
Compromiso
Certidumbre
Enfoque
Cada punto podría desarrollarse largamente en su mutua dependencia: necesitamos claridad para elegir, y elegimos aquello con lo que podemos comprometernos (si creemos que no podemos: ahí está el reto, un aliciente necesario). Pero tal vez un buen ejemplo de FLOW podría venir del trabajo de los raperos: músicos, improvisadores orales, trovadores urbanos que engarzan palabras fluidamente, haciendo convivir la violencia y lo sublime. Nada mejor para ejemplificar la idea de flujo que una improvisación entre raperos mexicanos:
Mihaly Csikszentmihalyi estará impartiendo una conferencia en la Ciudad de México durante el II Foro Internacional de las Ciencias de la Felicidad, que se realizará este jueves 16 de octubre.