Históricamente la corrupción ha sido uno de los más grandes enemigos de una nación. Promovida por gobiernos poco éticos y, generalmente, poco eficientes, cabe señalar que este fenómeno también es alimentado por una sociedad enviciada, o al menos permisiva. Recientemente la organización Transparency International publicó su 2013 Corruption Perceptions Index (CPI), un listado que evalúa los índices de corrupción entre las instituciones administrativas y políticas de cada país. Cabe señalar que, como ante cualquier ejercicio similar, es bueno tomar este índice con reservas.
La región menos decorosa del índice la encabezan naciones árabes y africanas, con Corea del Norte siendo el único país que no pertenece a alguna de estas dos regiones. Es difícil imaginar el nivel de putrefacción administrativa que debe reinar en lugares como Somalia o Afganistán, para estar ubicados tan por encima de países como México o Argentina (ambos ubicados en el lugar 106 de 177), entre otros latinos, donde la corrupción por momentos parece ser un componente del ADN de los funcionarios públicos.
Los 10 países más corruptos del mundo, de acuerdo con el CPI, son:
10 Uzbekistan
9 Siria
8 Turkmenistán
7 Irak
6 Libia
5 Sudán del Sur
4 Sudán
3 Afganistán
2 Corea del Norte
1 Somalia
Como suele suceder con este tipo de ejercicios, los lugares más honrosos están acaparados por los países escandinavos, siendo Dinamarca el país menos corrupto durante este año. Por cierto, llama la atención que Estados Unidos ocupe el lugar 17, entre los menos corruptos.