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Caballeros contra caracoles gigantes, flatulencias y otras irreverentes extravagancias de manuscritos medievales

Arte

Por: Jimena O. - 09/30/2013

La irreverencia y la obscenidad al margen de manuscritos medievales: la subjetividad de los copistas expresada entre los rígidos cánones del modo de vida medieval, sirviéndose de la imagen como medio de subversión.

Una de las ideas generales que se tiene sobre la Edad Media ―una época exclusivamente europea― es su profunda religiosidad, la presencia incontrovertible (o casi) de la Iglesia Católica y sus preceptos como normas de conducta en prácticamente cualquier aspecto de la vida diaria, en sus diversos planos de acción.

Y sin embargo sabemos bien que la represión nunca es completa. Por más que la moralidad que se buscaba imponer fuera terminante, una dimensión de la naturaleza del ser humano es más o menos indomable, se manifiesta siempre a pesar de los límites que encuentre.

Así, en este contraste entre una y otra fuerza, en la ruptura de una voluntad que por un lado intentaba sujetar y por otra una necesidad que prefería liberarse, se inscriben estas enigmáticas e irreverentes ilustraciones que de tanto en tanto se cuelan en ciertos manuscritos medievales. Imágenes que en muchos casos nada tienen que ver con la temática del texto copiado y que, en todo caso, más bien parecen hablar de la subjetividad de quien las realizó, el copista anónimo pero deseoso de dejarse ver, de mostrarse, acaso de gritar su insatisfacción o su descontento por medio de un guiño afortunadamente obsceno.

Las imágenes provienen del tumblr discarded image|discarding images, el cual recibió cierta gratuita publicidad en el sitio io9 por el admirable esfuerzo de quien o quienes lo sostienen. En efecto: casi como si se tratara de un copista moderno, el administrador del tumblr mucho tiene de la paciencia de dichos antecesores para reunir estas curiosidades de miniaturista.

En cuanto a las imágenes, varias de ellas son enigmáticas, a veces como si expresaran chistes conocidos solo por sus contemporáneos, en otras como si fueran tan subjetivas que no pudieran ser comprensibles para alguien más allá de su autor, otras más ―como en el caso de los caballeros que luchan contra caracoles gigantes― quizá de alusiones vagamente sexuales e incapaces de expresarse francamente.

Una forma de la subversión y la rebeldía, del descubrimiento de los márgenes como el espacio propicio para lo que realmente quiere decirse.