*

Hechicera de origen italiano ha alcanzado una notable maestría en el arte de la momificación. Aunque por el momento se dedica únicamente a embalsamar animales domésticos y otras mascotas, se prepara ya para su primera momificación humana.

La hechicera Cagliastro practica una actividad que, ahora, parecería extravagante, por más que en el pasado fuera cosa corriente: la momificación. Después de casi una década de investigaciones históricas y experimentos químicos, Cagliastro ha alcanzado cierta maestría en ese proceso de conservación corporal comúnmente asociado al Egipto de los faraones. Su especialidad, sin embargo, no son las personas, sino los animales, en particular las mascotas de menos de 10 kilogramos.

“Para mí la muerte es una exploración; es brillante, magnífica, y es la única cosa que compartimos todos: animales, vegetales, humanos, no importa, todos nosotros la compartiremos”, dice emocionada esta mujer, quien ha revivido la práctica ancestral de “preservar un cuerpo para la eternidad”.

Y si bien el entusiasmo es parte importante de su labor, hace tiempo, cuando decidió rehabilitar esa vieja costumbre mortuoria, se enfrentó con la ausencia casi total de conocimientos prácticos al respecto. “La realidad es que no importa cuánta información tengamos de épocas pasadas, nadie guardó un manual de momificación”, asegura, y pone como ejemplo el “Libro de los Muertos”, el texto con el que, en el antiguo Egipto, se hacía acompañar a los difuntos en su viaje al más allá y que contenía sobre todo conjuros, procedimientos de reanimación y fórmulas de protección pero, dice Cagliastro, ni una palabra sobre técnicas de embalsamiento.

Por esta razón se vio obligada a experimentar por sí misma hasta que obtuvo lo que llama su “fórmula secreta”, un compuesto de diez sales y seis metales en forma de polvo con el que ha alcanzado un notable grado de perfección en la preservación de cuerpos animales: camaleones, ranas, perros, gatos y otras variedades que su también diversa clientela le confía y a los cuales momifica en medio de un ritual totalmente respetuoso y funerariamente místico.

Cabe recordar que, a diferencia de la disecación, en la cual se prepara un cadáver para que conserve su aspecto de cuando estaba vivo, en la momificación el cuerpo se entrega sí conservado en químicos y tinturas pero envuelto en vendas cuidadosamente tejidas y cortadas, por lo regular de fibras naturales como algodón o lino.

Por otra parte, Cagliastro podría pronto ampliar su oferta mortuoria y pasar de la momificación de animales domésticos a personas. Asegura esta hechicera de origen italiano que ya una mujer pactó con ella su propia momificación, la primera —cuando suceda— en el historial de Cagliastro.

[Nerdcore]