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Ni siquiera yo pude impresionar a Bob Dylan: Barack Obama

Política

Por: Jimena O. - 10/03/2010

El maestro Dylan no se impresiona frente a los hombres más poderosos del mundo y Obama queda positivamente sorprendido de su actitud

A sus 69 años Bob Dylan, uno de los más talentosos e inspiradores compositores del folk rock, sigue sin impresionarse del poder que pueden ostentar algunos políticos y empresarios. Su actitud genuinamente disidente, que en su juventud fue motivada por una franca rebeldía ahora, a punto de cumplir siete décadas de vida, parece más bien una cuestión de natural congruencia. Y a diferencia de sus contemporáneos, este señor parece no haber cedido ante aquellos intereses que alguna vez combatió.

El maestro Dylan fue invitado en febrero pasado a tocar en la Casa Blanca, en una reunión que incluía a muchos de los hombres más poderosos del mundo, para celebrar a los líderes del antiguo movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. Pero a diferencia del resto de músicos que han acudido a interpretar en la residencia presidencial, Dylan se mostró discreto, e incluso frío, frente a sus anfitriones. “No se quería tomar una foto conmigo; generalmente todo el talento que viene aquí se muere por tomarse una foto del recuerdo conmigo y con Michelle antes del show, pero el ni siquiera se presentó a pedirlo” afirmó Barck Obama en entrevista con la Rolling Stone.

Tras terminar su acto Dylan se limitó a bajar del escenario, saludar de mano al mandatario mientras hacía un sencillo gesto con la cabeza, y posteriormente retirarse, siendo esta la única interacción que tuvo con Obama. El Presidente de Estados Unidos quedó positivamente sorprendido con el comportamiento de Dylan: “Así es justamente como hubiera imaginado a Dylan. No quieres que este coqueteando y lisonjeándote. Quieres que sea un completo escéptico frente a todo este escenario de poder”.

Es importante recalcar que esta actitud de Dylan no debe ser leída como un gesto de rechazo a Obama, ya que de haber sido Mc Cain el presidente lo más probable es que ni siquiera hubiera aceptado la invitación. Más bien se trata de un desplante de congruencia con sus principios de desconfiar del sistema, ya sea político o financiero (que por cierto es el mismo). Un gesto ciertamente admirable en estos tiempos donde la congruencia es el mayor reto y la virtud más cotizada a la que podamos acceder los seres humanos. Bien por Dylan...

via Independent