Desacansa en tus propias ondas cerebrales: El Brain Wave Sofa
Buena Vida
Por: Luis Alberto Hara - 11/06/2009
Por: Luis Alberto Hara - 11/06/2009
Un sofá tan cómodo como una onda cerebral, diseñado por resonancia electroencefalográfica, es seguramente el mejor espacio para tener una siesta de poder arrullado por tus propias almo-hadas.
El Brain Wave Sofa es el hijo cerebral (literalmente) del diseñador Lucas Maassen: su forma ondulante es una versión tridimensional de un registro encefalográfico de su cerebro diletante por tres tres segundos en estado alfa (de 8 a 12 hertz por segundo) mientras pensaba en la palabra "confort" (como para tejer su suavidad, de la misma forma que Masaru Emoto graba mandalas en el agua con palabras).
La información del electroencefalograma fue procesada por el novedoso programa de visualización en 3D BioExplorer y luego alimentado directamente a una fresadora (una máquina para realizar mecanizados por arranque de viruta) la cual trazó la forma del sofa: strawberry (mind) fields forever.
"El proceso es un guiño al futuro del diseño, en el cual un diseñador sólo tiene que cerrar sus ojos, o simplemente descansar, para que el cerebro haga todo el trabajo, y crear los datos necesarios para que una máquina corte la forma del sofá", dijeron sus diseñadores en un comunicado de prensa. Así. posiblemente, con algunos avances en mapeo neuronal, el sueño del genial holgazán que llevamos dentro podrá ser ejecutado, sin mover un dedo; obras maestras de veleidad se materializarán como aladinos de espuma psíquica. Neurorretroalimentación creativa.
El eje X del sofa representa las ondas cerebrales de Massen en hertz, el eje Y muestra la cantidad de actividad alfa como un porcentaje, y el eje Z es el tiempo en milisegundo. Una vez que el centro de espuma del sofá fue completado, los diseñadores lo cubrieron a mano de un gris suave y decoraron los valles de la ondas cerebrales con botones.
El Brain Wave Sofa se exhibirá en Nueva York en la Bits ‘n Pieces Exhibition.
Lucas Massen no ha dicho si el sofá ha resultado cómodo, o si solo es cómodo para su cerebro. ¿Tendremos cada quien que diseñar los muebles que habitamos (cada cerebro es un mundo), o podremos tal vez acoplarnos a cerebros-muebles afines, o tal vez compartir espacios-materiales telepáticos?
Vía Infoesthetics