«El Eternauta», la serie argentina que vive entre la distopía y la memoria histórica
Arte
Por: Yael Zárate Quezada - 05/06/2025
Por: Yael Zárate Quezada - 05/06/2025
Una tormenta de nieve blanca, fulminante, cae sobre Buenos Aires. Pero no es la típica postal invernal: es el inicio del fin. Así arranca El Eternauta, la nueva serie de Netflix que adapta la emblemática historieta argentina escrita por Héctor Germán Oesterheld, ilustrada por Francisco Solano López y publicada originalmente en 1957. A más de seis décadas de su publicación, esta historia vuelve, no solo para inquietarnos con una invasión extraterrestre, sino para hacernos pensar en el tiempo, la resistencia y la memoria colectiva.
Protagonizada por Ricardo Darín en el papel de Juan Salvo —un hombre común que se ve empujado a lo extraordinario— la serie nos lanza a la capital argentina cubierta por una nevada tóxica que elimina en minutos a quien se exponga a ella. A medida que los sobrevivientes se organizan, el relato revela su verdadera naturaleza y es que no se trata solo de sobrevivir al enemigo externo, sino de enfrentar una fuerza invisible que controla y manipula a los atacantes, como una metáfora de los sistemas que oprimen desde las sombras.
El Eternauta no es simplemente una distopía visualmente impactante con 94% de aprobación en Rotten Tomatoes; es una pieza cargada de historia, de heridas abiertas y de símbolos que reflejan el inconsciente colectivo de América Latina. Su lenguaje de ciencia ficción es solo una envoltura para un mensaje más profundo ¿qué significa resistir? ¿Cómo se navega el tiempo cuando el pasado todavía duele?
La elección del título no es casual. “Eternauta” condensa dos ideas: el éter, lo eterno, y el “nauta”, el navegante. Juan Salvo, entonces, es un viajero del tiempo, pero también del trauma, del deseo y de la lucha. La serie retoma esta noción al mostrarlo atrapado en una dimensión desconocida, en una guerra que trasciende lo físico para instalarse en lo simbólico.
La historia de la historieta y la de su autor, Héctor Oesterheld, son parte de una misma tragedia. El creador fue desaparecido por la dictadura militar argentina en 1977, al igual que sus cuatro hijas. Con el tiempo, El Eternauta dejó de ser únicamente ciencia ficción para convertirse en una obra que habla sobre la organización comunitaria, el miedo colectivo y una denuncia política.
Al igual que una nevada, la historia es la metáfora de una opresión que desciende sin aviso y deja a su paso la pregunta ¿qué hacemos cuando el futuro se detiene?
Netflix ha sabido capturar esta ambigüedad entre la distopía y la memoria como un recordatorio de que la historia continúa y que al igual que Salvo, estamos condenados a sobrevivir a pesar de las inclemencias.