El auto de un héroe: estos son los modelos que aparecen en 'Baby Driver' de Edgar Wright
Arte
Por: Mateo León - 08/09/2024
Por: Mateo León - 08/09/2024
La película Baby Driver, dirigida por Edgar Wright y lanzada en 2017, es una obra maestra que combina una historia vertiginosa, una banda sonora cuidadosamente seleccionada y, por supuesto, una colección de autos que roban el protagonismo en cada escena. Estos vehículos no solo son el medio de transporte de Baby, el joven conductor prodigio interpretado por Ansel Elgort, sino que también desempeñan un papel crucial en la narrativa y en la construcción de la atmósfera de la película. A continuación, exploraremos algunos de los modelos más icónicos que aparecen en la película y su significado dentro de la trama.
El Subaru Impreza WRX 2006 es el primer auto que vemos en acción en Baby Driver, y marca el tono para el resto del filme. En un impresionante color rojo, este auto se convierte en el compañero inseparable de Baby durante una de las escenas de persecución más memorables del cine moderno. La elección de este vehículo no es casualidad; el WRX es conocido por su maniobrabilidad y potencia, características esenciales para las espectaculares maniobras que Baby realiza al ritmo de la música.
Este modelo, con su tracción en las cuatro ruedas y motor turboalimentado, no solo es una joya para los entusiastas del automovilismo, sino que también simboliza la precisión y destreza del protagonista. Cada derrape y cada giro están perfectamente sincronizados con la banda sonora, lo que convierte a este auto en un verdadero instrumento musical sobre ruedas.
En una de las secuencias más intensas de la película, Baby se encuentra detrás del volante de un Chevrolet Avalanche 2007. Este vehículo, a diferencia del ágil Subaru, es una verdadera bestia en la carretera. Con su tamaño imponente y su robustez, el Avalanche refleja un cambio en el tono de la película, llevándola hacia un ambiente más oscuro y peligroso.
El Avalanche, con su motor V8 y su capacidad para atravesar cualquier obstáculo, se convierte en el símbolo de la fuerza bruta y el caos que comienza a rodear a Baby mientras intenta escapar de su vida de crimen. La elección de este auto subraya la tensión creciente y la inevitable colisión entre el deseo de Baby de huir y las fuerzas que lo mantienen atrapado.
Otro de los autos que destaca en Baby Driver es el Cadillac CTS-V 2011. Este vehículo, conducido por Buddy (interpretado por Jon Hamm), es una manifestación de poder y lujo. El CTS-V, con su motor V8 supercargado y su diseño refinado, encarna la dualidad del personaje de Buddy: un hombre que mezcla encanto y letalidad en igual medida.
El Cadillac, al igual que Buddy, tiene una presencia dominante en pantalla. Su combinación de velocidad y estilo lo convierte en un vehículo perfecto para las escenas de persecución en las que aparece, aportando una sensación de amenaza inminente cada vez que lo vemos en acción.
El Dodge Challenger SRT 2015 es otro de los autos que captan la atención en la película. Este muscle car, conocido por su potencia y su diseño retro, es una elección perfecta para una película que celebra tanto la música clásica como la velocidad. Con su motor HEMI V8, el Challenger aporta un rugido feroz a las escenas en las que aparece, subrayando la violencia y la intensidad de los momentos más críticos de la película.
El Challenger es un vehículo que no solo destaca por su apariencia, sino también por lo que representa: un tributo a la era dorada de los muscle cars estadounidenses, donde la velocidad y el estilo eran los reyes indiscutibles de la carretera.
Además de los vehículos mencionados, Baby Driver cuenta con una serie de autos que, aunque no tienen tanto protagonismo, juegan un papel importante en la construcción del mundo del filme. Entre ellos se encuentran el Mercedes-Benz S550 2014, utilizado por los antagonistas en varias escenas, y el Chevrolet Caprice 1989, que aparece en la secuencia de escape final. Cada uno de estos vehículos, cuidadosamente seleccionado, aporta su propia personalidad y contribuye al dinamismo visual y narrativo de la película.
Baby Driver no solo es una película de acción, es un espectáculo audiovisual donde cada elemento, desde la música hasta los autos, está meticulosamente diseñado para contar una historia vibrante y llena de adrenalina. Los vehículos en esta película no son meros accesorios; son personajes en sí mismos, cada uno con su propia identidad y papel en la trama. Desde la agilidad del Subaru Impreza hasta la brutalidad del Chevrolet Avalanche, los autos de Baby Driver son las verdaderas estrellas que, junto con la banda sonora, crean una sinfonía perfecta de velocidad, estilo y emoción.
