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Marie Kondo, derrotada por la maternidad en su cruzada contra el desorden

Sociedad

Por: Mateo León - 01/30/2023

3 años después de su momento de mayor fama y tras haber sido mamá de tres hijos, la japonesa Marie Kondo reconoce que no puede mantener una casa totalmente ordenada y esto tampoco es lo más importante en su vida

Hace unos años la japonesa Marie Kondo ganó fama internacional por la publicación de su libro La magia del orden, publicado en su país de origen desde 2011 pero que le trajo celebridad hasta su publicación traducida en 2018 y 2019. Además de las traducciones al inglés, español y otros idiomas importantes, la adaptación del libro y el método de organización ahí expuesto en un documental de Netflix terminó por consolidar su fama como la reina del orden y la disciplina.

Ahora, sin embargo, parece que las prioridades existenciales de Marie Kondo han cambiado radicalmente y, luego de haber tenido tres hijos, habitar espacios pulcra y rigurosamente ordenados ya no es lo más importante en su vida.

En una entrevista ofrecida a The Washington Post, Kondo confirmó que con tres niños en el hogar es verdaderamente imposible mantener una casa ordenada. Kondo le dijo al diario:

He hecho todo lo posible para mantener mi casa ordenada en todo momento. Pero terminé dándome por vencida. Ahora me doy cuenta de que lo que es importante para mí es disfrutar el tiempo con mis hijos en casa.

Parece que la autora no se arrepiente de contradecir la que hasta hace no poco fue su enseñanza principal y aun la credencial con la que se presentó ante el mundo: "Mi casa está desordenada, pero la forma en que paso mi tiempo es la correcta para mí en este momento y en esta etapa de mi vida".

De las varias anotaciones que podrían hacerse a este giro en la historia de Marie Kondo, una sin duda tiene que ver con los "gurús" contemporáneos que abundan en medios y redes sociales e incluso en ámbitos más reales de la vida.

Como deja ver el caso de Kondo, los métodos que pretenden enseñarnos cómo conducir nuestras vidas son en no pocas ocasiones información superficial, sin verdadero arraigo en las cuestiones trascendentes y, por ello mismo, se traducen en una facilidad para cambiar de un día a otro de principios sin mayores consecuencias.


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Imagen de portada: eltiempo.com