¿Internet se puede usar para mejorar una relación de pareja?
Sociedad
Por: Patricia Ruiz - 07/16/2022
Por: Patricia Ruiz - 07/16/2022
Parece que el mundo de hoy nos exige estar conectados todo el tiempo, que estemos al corriente de todas las noticias y de todos los temas en tendencia. Es demasiada velocidad y demasiada información: noticias, tendencias, eventos, memes… A eso hay que sumar el ritmo propio de las redes sociales: una oleada de contenido ininterrumpido, que se ajusta a los gustos e intereses de cada persona.
Para muchas personas el Internet, ese espacio aparentemente carente de materialidad, es el lugar en el que se sienten parte de una comunidad. Allí han encontrado personas con las cuales compartir gustos, intereses y formas de pensar. Esto parece trivial, pero tras dos años de pandemia y lapsos de cuarentena, el Internet se volvió casi el único espacio a través del cual construir relaciones. Muchas de ellas terminaron siendo significativas y duraderas.
Si algo nos han enseñado los últimos años es que para relacionarnos con alguien no es estrictamente necesaria la convivencia física. El Internet y la telefonía móvil han acortado distancias y acelerado el tiempo, por lo que no es raro encontrar parejas que se formaron a través de la Red o de aplicaciones de citas (Bumble o Tinder, sólo por nombrar algunas) y que se han visto poco pero tienen una relación a distancia. Tampoco es raro conocer (o ser) parejas en las que uno(a) es muy activo en el Internet, particularmente en redes sociales, y el otro no. ¿Alguna de estas situaciones representa algo malo en una relación?
Existen muchas críticas hacia el uso que se le da a las redes sociales. Muchos ven con desdén el hecho de que las personas tomen fotos y videos de su día a día y las compartan con el mundo. Otros creen que hacerlo significa que quien comparte contenido es alguien que vive para mostrarse, o que lo que muestra es falso y no vive el mundo real. Muchos otros piensan que vincularse sólo a través del Internet impide relacionarse con personas de carne y hueso y establecer relaciones profundas y reales con ellas. Otros afirman que usar las redes sociales provoca ansiedad y estrés, especialmente en las mujeres adolescentes.
Ninguno de los argumentos anteriores es falso. Sin embargo, si nos enfocamos sólo en las relaciones de pareja en las que la distancia física es un factor importante, el Internet, además de ser un medio que facilita la comunicación, es también un espacio para construir dinámicas propias de una pareja. Por ejemplo, compartir memes, noticias, fotografías que los hagan pensar en el otro. Las imágenes, canciones y videos son también muestras de cariño, sobre todo en lo que llega el anhelado momento de verse, aunque sólo sean unos días, para después cada quien regresar a su vida cotidiana.
Por otro lado, hay parejas en las que una parte no siente interés por tener un perfil en ninguna red social ni por compartir su vida privada con el resto del mundo, pero la otra sí. Y esto no necesariamente es motivo de conflicto.
Tener perfiles en redes sociales y ser muy activo en Internet tiene ventajas y desventajas. Cuando una persona prefiere estar atado a una pantalla, sólo atento a la marea incesante de contenido, deja de ponerle atención a su pareja. En estos casos el Internet no es un medio para construir comunicación, sino un medio para evadir la realidad. A veces una persona está tan acostumbrada a gastar su tiempo en Internet que, cuando conoce a otra a la que no le interesa el mundo a través de una pantalla, esta le recuerda que se puede vivir sin un teléfono pegado a la mano.
El Internet, los medios digitales y las redes sociales no son perjudiciales en sí mismos. La diferencia radica en el uso que se les dé, la prudencia con la que elijamos los contenidos que queremos ver y la atención y el tiempo que decidamos dedicarles. Si vemos al Internet como una herramienta que nos ayuda a conectar con otros cuando la presencia física no es posible, seguramente construiremos relaciones más significativas y le daremos más valor a las experiencias que no están mediadas por una pantalla.