Estas palabras de un monje budista son lo más sabio que escucharás sobre la guerra entre Ucrania y Rusia
Sociedad
Por: Joaquín C. Bretel - 03/20/2022
Por: Joaquín C. Bretel - 03/20/2022
A veces es necesario alguien que no toma partido y que ha cultivado su mente con auténtica compasión imparcial para poder ver una situación compleja con claridad. Alguien que tiene una perspectiva más amplia y está libre de las pasiones de la identificación personal. Este es el caso de Dzongsar Khyentse Rinpoche, uno de los principales maestros contemporáneos del budismo tibetano. Dzongsar Khyentse es uno de los grandes representantes de la escuela nyingma, la más vieja de las grandes escuelas del budismo tibetano. Su abuelo Dudjom Rinpoche fue el jerarca de esta escuela, tomando durante un tiempo un papel similar (aunque con menos prominencia política) al del Dalái Lama, el líder de la orden gelug. Dzongsar Khyentse es fundador del proyecto 84000, que busca traducir todas las palabras del Buda, según fueron compiladas en el canon tibetano (kangyur), al inglés, y de diversos proyectos para la conservación de las enseñanzas budistas. Por su dominio del inglés y por su conocimiento de la cultura occidental es uno de los líderes espirituales más calificados para analizar una situación como la que estamos viviendo con la guerra entre Rusia y Ucrania.
Hace unos días Dzongsar Khyentse publicó un mensaje en su perfil de Facebook. En un mundo tan polarizado es imposible que su mensaje no sea polémico. Lo que es importante notar es que la perspectiva que toma es la de un bodhisattva, cuya práctica esencial es la compasión imparcial. Más aún, es desde una intención de evitar mayor sufrimiento en el futuro. Dzongsar Khyentse condena enérgicamente las acciones de Putin pero no es ciego al hecho de que mientras otros criminales de guerra gocen de impunidad y sus acciones bélicas sean legitimadas por las palabras mágicas "libertad" y "democracia", las causas de futuras guerras seguirán apilándose y produciendo conflictos de esta o de mayor magnitud. Dzongsar Khyentse llama a darnos cuenta de que en la medida en la que tomemos partido y nos aferremos a ideas como el nacionalismo, el cristianismo, la democracia y la libertad, seguiremos perpetuando ilusiones. El odio, la guerra y el sufrimiento no son causados por el "mal" sino fundamentalmente por la ignorancia:
Debemos decir "no" a la guerra. Esto es obvio. ¿Quién le dice "sí" a la guerra –a menos de que tenga acciones en Lockheed-Martin, Boeing o British Aerospace Systems?
Debemos decir "no" a la guerra que está ocurriendo ahora, y debemos definitivamente decir "no" a todas las guerras futuras. Y debemos decir "no", no sólo a un resultado como la actual guerra, sino también a las causas de esta y otras guerras.
Si escogemos y decidimos sólo protestar por algunas guerras, entonces estamos cayendo en el mismo juego sobre el que estas guerras están inicialmente instigadas.
Debemos abandonar nuestro hábito de elegir un Satán –demonizando selectivamente a algunos instigadores de la guerra mientras glorificamos a otros como defensores de la paz y la libertad cuando ellos mismos han sido algunos de los más grandes incitadores de guerras–.
Putin debe ser llevado a una corte internacional, juzgado y encerrado por lo que ha hecho. Pero también deberían serlo George Bush, Tony Blair y muchos otros.
Si realmente queremos paz y armonía, debemos condenar cada atrocidad, no importa quién la comete o cómo es cometida –ya sea por poder bruto e intenciones malignas o en el nombre de la libertad–.
Debemos vigilar y poner atención al hecho de que la guerra puede ser causada por "nuestro" lado tanto como por "su" lado.
Hemos derramado suficiente sangre en el nombre de la religión, el imperio y el socialismo. Pero no nos engañemos, hemos derramado igualmente demasiada sangre en el nombre de la democracia, la libertad, esto y aquello.
Al mismo tiempo, debemos ser valientes y estar abiertos a las verdades manufacturadas por la BBC, CNN, New York Times, Al-Jazeera, Russia Today, Palki Sharma o Fareed [dos influyentes periodistas].