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El clítoris de las hembras tiene muchas sorpresas

Tener sexo solamente por placer o por alguna función no reproductiva ciertamente no es una de las características únicas del ser humano. Varios animales comparten con el ser humano la exploración sexual por el gozo o para reforzar lazos dentro de un grupo. Esto es particularmente el caso entre los bonobos, la especie de primates más promiscua y sexualmente audaz. No menos interesante es la vida sexual de los delfines.

Una investigación reciente, liderada por Patricia Brennan del Mount Holyoke College de Massachussetts, halló que el clítoris de los delfines es un órgano de placer sumamente sofisticado. La parte superior visible del clítoris de un delfín es más grande que la de una mujer y está localizada justo en la entrada de la vagina. Además tiene una forma de "S" que sugiere que en estado de erección cobra más relieve. Esto indica que durante la cópula el clítoris de un delfín es más extensamente estimulado por el pene que en el caso de la penetración humana. Según Brennan, estas características denotan que su función es dar placer a las hembras.

Ya se sabía que los delfines interactúan sexualmente en diversas instancias, no sólo ligadas a la reproducción, pues tienen relaciones todo el año (y no únicamente en periodos de ovulación). Se cree que el sexo entre los delfines es usado para reforzar los vínculos sociales, algo que es simplemente lenguaje de la biología evolutiva para explicar la sexualidad sin fines reproductivos (la misma lógica se utiliza entre los seres humanos). Aparentemente, el sexo tiene la función de hacer que los miembros de un grupo permanezcan juntos.

La combinación del tamaño y la ubicación del clítoris hace pensar que los delfines hembras disfrutan de un placer superior, al menos si se tienen en cuenta las condiciones anatómicas para el goce.

Los delfines son animales altamente inteligentes y sexuales. Tienen cerebros enormes, clítoris enormes y penes prensiles, con los que pueden estimular casi con el mismo detalle que una mano. No es raro encontrar a los delfines masturbándose e incluso usando peces muertes o anguilas como "juguetes sexuales". Por otra parte, el comportamiento sexual de estos cetáceos puede generar cierta alarma. Existen reportes de delfines machos, visiblemente estimulados sexualmente, que intentan tener sexo con mujeres en acuarios y en el océano. También se ha observado algo que algunos consideran una forma de violación entre los mismos delfines, o al menos un comportamiento en el que dos o más delfines machos aíslan a una hembra del grupo y la penetran por la fuerza.

Hace unos años se dio a conocer la relación sexual romántica que tuvieron un hombre y una hembra delfín, la cual fue narrada en el libro Wet Goddess. Malcolm Brenner contó que vivió una intensa relación amorosa con la delfín Dolly durante 9 meses. Según este hombre, fue Dolly quien inició la relación. Brenner describe el intercambio sexual con Dolly en términos altamente hiperbólicos; "fue como hacer el amor con todo el océano", señaló en su momento.


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Imagen de portada: Dolphin Plus