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Estas flores de climas fríos tienen una suprema sutileza: se vuelven traslúcidas con el agua

Las "flores esqueleto" (Diphylleia grayi) sobresalen por una belleza cristalina, de una pureza etérea. Su nombre popular en inglés (skeleton flowers) al parecer refiere a la propiedad que tienen de volverse traslúcidas con la lluvia, como tomando la palidez espectral de los huesos (aunque también se podría argumentar que reflejan la luz de la vida, más que la de la muerte).

Este espécimen crece solamente en algunas regiones frías de Japón y China y en las montañas Apalaches de Estados Unidos. Muchas de las imágenes que existen son de origen japonés, país en el que estas flores son cultivadas y bastante famosas. Se reconocen por sus pétalos blancos que en conjunto tienen una forma similar a un paraguas. Una imagen afortunada, pues al contacto con la lluvia, el "paraguas" se vuelve transparente.

Este fenómeno ocurre porque, cuando llueve, la estructura celular se hace más suelta y el agua llena las células de los pétalos. No se trata de un pigmento que se deslava. No se sabe si este efecto provee de alguna ventaja evolutiva a las flores. 

Actualmente, las "flores esqueleto" son cultivadas por conocedores y aficionados en diferentes partes del mundo. Para cultivarlas es importante considerar que son muy sensibles a la luz del sol, por lo cual es indispensable protegerlas de luz intensa como la del sol a mediodía. Crecen en la sombra y en tierra húmeda muy rica en humus. La planta suele medir alrededor de 40 cm, con una extensión de unos 90 cm.

Estas raras flores fueron primero descritas por André Michauxx en 1803. Indudablemente, son una de las manifestaciones más delicadas y fascinantes de la flora planetaria. Aparecen en la novela The Glass Kingdom del novelista británico Lawrence Osbourne, donde son descritas como "un simbólico hilo de flores" que "se vuelven transparentes cuando la lluvia las toca".

Foto: Rayagarden

 

Foto: Wikipedia

Foto:Yamaiki


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Imagen de portada: Minkara