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El hombre-león de Hohlenstein-Stadel es una de las más impresionantes muestras de arte paleolítico

Se le atribuye a Picasso haber dicho que "desde Lascaux no hemos inventado nada". La intuición de Picasso parece haberse comprobado en las últimas décadas, en las que se ha incrementado notablemente el conocimiento del arte prehistórico. Como señala un artículo de The Guardian, la noción de que el arte sigue una línea progresiva parece ser un mito. Más que una historia lineal, parecen existir círculos o espirales. Y aunque pueda parecer algo disparatado, es concebible que uno de los picos del arte pudo haber ocurrido entre los artistas de las cavernas hace unos treinta mil o cuarenta mil años. La perspectiva, el sombreado, el movimiento, la expresividad y demás no son descubrimientos del arte occidental sino que, de alguna manera, ya existían en el arte paleolítico.

Una de las obras maestras de la época de hielo y que no es tan conocida como algunas de las pinturas de las cuevas de Lascaux o Altamira, es el hombre-león de Hohlenstein-Stadel, una estatuilla de unos treinta y un centímetros de alto que podría ser la primera muestra del uso de la imaginación para crear una obra de arte que se aleja de la experiencia "real" del mundo.

Esta figura de marfil, de características teriantrópicas o teriomorfas, representa a un león con cuerpo humano (o a un humano con cabeza de león) y revela una capacidad de representar lo que no tiene un fundamento en la realidad. Por supuesto, no podemos saber bien a bien cuál era la realidad para los seres humanos de esa época, pues eso que llamamos realidad siempre es algo dado consensualmente. De cualquier manera, esta escultura y muestras posteriores reflejan que en el paleolítico el arte era usado para representar animales que hoy llamaríamos fantásticos o mágicos, que no se encuentran en la naturaleza pero han sido parte del imaginario de los seres humanos durante milenios. 

Considerada una obra maestra, esta figura fue encontrada en fragmentos por el geólogo Otto Völzing en Hohlenstein-Stadel, Alemania, en una excavación de 1937 a cargo de Robert Wetzel. La investigación tuvo que ser suspendida debido al inicio de la Segunda Guerra Mundial. A  lo largo de los años se han encontrado nuevos fragmentos y se ha logrado reconstruir la pieza.

Se cree que probablemente la figura representa a un macho hombre-león. En Hohle Fehls se halló otra figura de un hombre con cabeza de león, por lo que se cree que podría tratarse de un grupo cultural que tenía creencias y prácticas relacionadas con seres terioantrópicos, algo que aparece también en algunas pinturas resguardadas en cuevas francesas.

La sofisticación artística del hombre paleolítico sigue siendo un enigma para la mente moderna que, quizá por numerosos prejuicios, no se explica del todo cómo fue que unos "cerebros primitivos" consiguieron crear obras como el hombre-león de Hohlenstein-Stadel.  

El siguiente video realizado para una exhibición en el British Museum narra, a través de una animación, la historia de la pieza.


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Imagen de portada: Wikimedia Commons