A inicios de 2020, casi ninguno de nosotros esperábamos que las mascarillas se volvieran una de nuestras prendas más básicas y que las tendríamos que usar de manera cotidiana. Sin embargo, entre otros varios hábitos, la pandemia de la covid-19 también vino a cambiar eso.
En este contexto, ha habido muchas discusiones sobre cuál es la mejor mascarilla. No todas son efectivas, ya que no cumplen con la función de no dejar pasar las partículas más pequeñas. Además, en el mejor de los casos, las de ciertas características tendrían que estar reservadas para el personal de primera línea que labora en el sector salud (médicos, enfermeras, auxiliares, etcétera).
En un nuevo estudio (el cual puedes consultar en este enlace) publicado en la revista especializada BMJ Journal (factor de impacto: 30.223), investigadores de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Northwestern examinaron la eficacia de una amplia gama de mascarillas y tejidos para contener partículas de virus de entre 0.02 y 0.1 micrómetros a la velocidad de la tos de un adulto. Este estudio también evaluó la resistencia a la respiración de cada material para ver cuál es el material más adecuado para fabricar una mascarilla.
Durante los primeros meses de la pandemia, muchas personas prefirieron comprar grandes cantidades de mascarillas desechables. Poco tiempo después, una de las preocupaciones más grandes fue la enorme cantidad de PPE (equipos de protección individual: trajes, guantes, mascarillas) que terminaban desechados de las peores maneras, dañando ecosistemas, en especial los marinos.
Otro problema que se hizo evidente fue que muchas comunidades no tienen acceso a mascarillas de grado quirúrgico o N95, por lo cual mucha de su producción (sobre todo casera o local) recurrió a telas y tejidos, o sus combinaciones, que pueden ayudar a filtrar las partículas ultrafinas y así brindar protección a quienes las usen.
Para la investigación, el equipo contactó a grupos de costura para saber con qué materiales habían estado experimentando para fabricar sus propias mascarillas. Esto incluyó todo tipo de telas, desde mezclilla u otros tejidos de algodón hasta calcetines doblados.
Mientras que muchos materiales de mascarillas caseras eran eficaces para bloquear las partículas, muchas telas eran inapropiadas para usarlas debido a la resistencia a la respiración.
Nuestros datos sugieren que, en tiempos de severa escasez de suministros, las telas comunes pueden ser colocadas en capas para crear máscaras faciales que protejan a los usuarios y a otros de un porcentaje significativo de partículas ultrafinas –escribió el equipo en el estudio–. No debería inferirse que estos tejidos en capas pueden proteger a los usuarios de más partículas virales que las mascarillas N95 o las mascarillas quirúrgicas, ya que nuestro estudio no discriminó entre las partículas virales y otras partículas ultrafinas. Muchos virus son transportados en gotitas u otras partículas significativamente más grandes que las probadas aquí.
Una mascarilla que logra bloquear las partículas de manera muy eficiente pero que limita la respiración no es una mascarilla efectiva. Por ejemplo, la mezclilla es bastante efectiva para bloquear partículas, pero es muy difícil respirar con ella.
Aunque las mascarillas N95 siguen sin estar disponibles para la mayoría y la mejor defensa sigue siendo el distanciamiento social o el autoaislamiento, los autores de este artículo esperan que sus datos ayuden a las personas que no tienen acceso a las mascarillas comerciales a hacerse una mascarilla en casa. Muchos otros estudios han llegado a la conclusión de que las telas en capas parecen ser las más efectivas.
Uno de los mejores materiales para las mascarillas caseras, lavables y reutilizables es el algodón, de preferencia el que se usa para hacer edredones o sábanas. Y lo mejor es que sean tres capas de tela para que sea eficaz.
Hacer o comprar mascarillas de tela también contribuye a disminuir los desechos de PPE.
Para el equipo es muy importante señalar que aunque estudiaron la eficacia de las mascarillas en condiciones de humedad, estudios anteriores han encontrado que las mascarillas pierden su eficacia después de repetidos lavados, y advierten que las mascarillas no deben ser usadas indefinidamente.
Imagen de portada: Liza Pooor / Unsplash